MIGUEL HERNÁNDEZ EN EL CORAZÓN
Al empezar este 2010 todo el mundo hablaba de Miguel Hernández con motivo del centenario de su nacimiento. Ahora, justo en este octubre (nació a finales de mes), la cosa se ha rebajado muchísimo. Yo, a principios de año, decidí homenajear de forma íntima a este poeta. Volví a leerlo (seguramente el mejor homenaje que se le puede hacer a un poeta) y leí la biografía que, precedida del escándalo, había publicado recientemente Eutimio Martín. El oficio del poeta, la biografía en cuestión, venía acompañada de las críticas por una supuesta desacralización del poeta de Orihuela. Nunca he tendido al mito, así pues puedo leer todo tipo de textos. No me cuesta nada separar la opinión del dato. Si existen los datos suficientes yo mismo puedo crearme una opinión. Así que no me molestó leer una biografía polémica porque sabía que sería capaz de obviar todo lo perverso, en caso de que lo hubiera.
Como suele suceder en la República de las Letras, había mucho de exageración. Muchísimo. La biografía, francamente recomendable, humanizaba al poeta. Era un pastor de cabras que quería cambiar de vida y jugó sus cartas. No me parece mal que la gente lo haga, siempre que no pise a nadie; no me parece mal que Miguel Hernández lo hiciera. Se creó un personaje, el del pastor cabrero, que tenía más de real que de máscara. Se buscó la vida entre las gentes que podían ayudarle en su pueblo, que casualmente eran todos unos fachas (cuatro falangistas y cuatro curas "más negros que su reputación"). Era bien sabido: Hernández comenzó siendo filofalangista. Hasta escribió un Auto Sacramental. A partir de su relación con Pablo Neruda, y otros, evolucionó hacia el comunismo.
Es sorprendente de qué manera los poetas de la época despreciaron a Hernández. Porque olía mal, por ejemplo. Porque no tenía tacto ninguno. Porque necesitaba ayuda para dejar el pueblo y no tenía empacho en pedirla. En todo ello abunda la biografía de Eutimio Martín. De ahí la polémica. Pero yo le justifico eso. Es lícito que, sin hacer daño a nadie, nos apoyemos en aquello que puede ayudarnos.
Pero Hernández no fue un aprovechado. Fue, primero, un grandísimo poeta. Y fue luego, y la biografía lo relata en tonos extraordinarios, un hombre íntegro y un hombre bueno. Ya en la cárcel, preso también de la enfermedad que lo llevaría a la muerte, fueron a verlo sus antiguos amigos falangistas. Alguno era ministro de Franco. Todos sabían que Hernández el comunista, Hernández el soldado (el único poeta que luchó en las trincheras), el autor de Viento del Pueblo, de El hombre acecha y de Cancionero y romancero de ausencias, jamás iba a rendirse, jamás iba a afiliarse al Movimiento. Como sabían que diría que no, ni siquiera se lo pidieron. Pero sí le pidieron que publicase en sus revistas. Así podrían ayudarlo. Que publicase en sus revistas iba a significar su docilidad, su acercamiento de alguna manera.
Hernández supo, seguro que supo, que publicar ahí, en la pestilente prensa de la dictadura, iba a ayudarlo. Pero también sabía que ninguno de sus libros de lucha iba a tener sentido a partir de entonces. Miguel Hernández eligió su obra. Eligió su coherencia íntima. Eligió el camino del corazón. Y dijo no.
Por eso, por su valentía, por su sinceridad, por su sensibilidad de poeta cuidadoso, nosotros en este octubre, le llevamos todos en el corazón.
40 comentaris:
Había leído atrocidades acerca de esa biografía, por muchos considerada como digna de inclusión en la historia universal de la infamia (literaria).
Me dio la impresión de que algunos lo han considerado como un ultraje personal, y han cargado contra Eutimio con dureza.
Esto me sorprendió, quizá porque entiendo, como insinúas, que una obra desacralizadora, que muestre los puntos conflictivos o polémicos de un mito, es siempre necesaria y saludable aun cuando pueda escocer un poquito (siempre y cuando se haga desde el respeto).
En fin, que me interesa tu opinión ponderada sobre este libro, que no conozco.
Respecto al poeta, poco que añadir. Sabía del desprecio que le tributaron algunos miembros del 27, y es que Hernández era una "anomalía" (una sana y bienvenida anomalía) y no era encorsetable en esa ni en ninguna otra generación.
Siempre me pareció un espíritu libre, con sus contradicciones, sin duda, con sus miedos y su hambre de vida, pero libre y coherente.
abrazos
Respecto a la biografía de Eutimio prefiero callar. No la he leído ni tengo interés, la verdad. La razón es que me encendieron algunos párrafos, me sublevaron totalmente. Pero callaré al no haberla leído. No niego que le tengo gran manía a ese Eutimio.
Es curioso. Cuando he visto tu entrada, me he sonreído internamente. El día 30 de este mes, centenario de su nacimiento, quiero sacar algo de Miguel.
En todo caso, lo mejor es siempre leerlo, como bien indicas.
Orihuela está a once kilómetros de donde vivo, Ramon. Como pequeño homenaje, este año ya nos hemos acercado allí cinco o seis veces para perdernos por las calles donde vivió y por las que paseó. Los huertos y parajes por los que se perdía son idénticos a los huertos y parajes que me rodean. Paisajes secos donde estallan vergeles imprevistos, siempre vigilados por la altura de las bellísimas palmeras, montes que cobijan pequeños valles, mar cercano que no se ve pero que se respira en el aire.
Sí, amigo, Miguel siempre en el corazón y sus versos en nuestra mesita de noche.
Una fort abraçada.
Muy buen texto Ramón. Además viene bien desmitificar a Hernández, igual que a otros.
Me parece un terrible error, de consecuencias nefastas, elevar a la categoria de santos a ciertas personas por el hecho de que pertenezcan a tal o cual ideología. Estaría en la misma línea de lo que criticamos en otro.
Por tanto, bien venida sean las biografías que cuenten las cosas como fueron desde el principio.
Que fue filofalangista, pues bueno, otros fueron comunistas y cambiaron de chaqueta, y otros jamás han sido nada ni se han comprometido por nada ni por nadie, lo que es aún peor.
Espero con interés la segunda parte.
saludos
Lo que más de duele de los del 27 fue el vacío que se le hizo a Miguel.Creían que no estaba a su altura cuando después se ha demostrado que es el poeta del pueblo,el más querido.
Miguel Hernández siempre será reconocido como el soldado esposo que escribe en las trincheras defendiendo la legalidad republicana cuando otros que no le querían vivían plácidamente de su reputación de progresistas.
Gracias Ramón por esta entrada.
Saludos
No he leído esa biografía, si he leído las críticas al autor, y sí te soy sincera, tampoco me interesa mucho leerla, porque lo que me interesa de Miguel Hernádez es su obra, sus poemas, y eso no lo va a cambiar ninguna biografía.
Sin ir más lejos, me encantan las obras de Vargas LLosa, pienso que el Nóbel fue muy merecido, y sin embargo sus ideas políticas...
Yo pienso que lo importante de un artista es su obra, lo que va a permanecer para siempre en el tiempo.
Qué me importa a mi si Miguel Ángel cuando estaba liberando de la roca su David, su Moisés, sus Pietas... tenía relaciones con un hombre o con una mujer.
Qué me importa si Miguel Hernandez olía mal o tenía relaciones con fascistas, si me dejó sus poesías para que yo pudiese disfrutar con ellas.
Durante un tiempo yo dí clases de Literatura Galega y me "cabreaba" muchísimo cuando a los alumnos le preguntabas por Rosalía de Castro y lo único que sabían era que su padre había sido un cura.
Qué interesante entrada, pese algunas cosas que dice la biografía. Yo de los poetas me quedo con sus palabras, pues cada uno es libre de evolucionar en cuanto a ideología. Pero esta biografía no va relegar al mito, porque era un hombre, un hombre poeta con un fusil que defendía la República.
¡Salud!
Para mi, Eutimio (ni apellido le voy a poner) se aprevecha de Miguel Hernández para que lo lean a él.
Todos somos humanos, Miguel Hernández también. Pero algunos, como él, nos dijeron quien era entregando su vida por su idea. Y por muchos aprovechados que le nazcan alrededor, Miguel Hrnández será un ser humano ejemplar y un magnífico poeta.
Hola Ramón,
hace muchos años estuve en la casa de Miguel Hernández y toqué su higuera. Me surgieron muchas dudas y después miré a la derecha.
Miguel me parece un hombre, en el sentido más humano de la palabra. Quiso salir de su pueblo y dejó en el a su familia. Quiso ser poeta y artista buscando protección, a veces, en la falda de alguna. Fue militar y lo imagino escribiendo con traje de campaña, pero no disparando. Fue, como bien dices, preso de la enfermedad más que de la cárcel. Todo son paradojas en el ser humano. Y Miguel lo era. Yo lo admiro por eso y por muchas otras cosas.
Estoy a favor de tu homenaje y de la desmitificación, la imagen que se creo en los últimos años de la década de los setenta no me parece la más apropiada y murió en ella misma.
Me gusta Orihuela, con todas sus vocales. Y añoro una visita al cementerio de Alicante.
Celebro tu homenaje al poeta y al ser humano con todas sus contradicciones.
Salud Ramón.
Ara estic preparant-me per la prova de nivel de valencià. Ja soc antropoleg i València me pareix mès bonica cada dia.
Perich
Desde que lo leí hace muchos años siempre me ha parecido extraordinario por su condición, su humildad, su maestría y su sentimiento que creo llega a todos.
Un verdadero poeta.
A veces es extremadamente dificil decir que no, y este era uno de esos casos. Eligio la honestidad y la coherencia, desde luego.
Feliz comienzo de semana
Bisous
He leído referencias a esa biografía de Miguel Hernández. Parece, por lo que cuentas, que se han magnificado los comentarios sobre su figura que podían entenderse como negativos. Probablemente alguna sombra debe haber en la vida del poeta (¿en qué vida no la hay?), pero las luces de su capacidad creadora, de su poesía, son tan potentes que dejan en un muy segundo plano cualquier otra cosa.
No sé cómo se puede tratar de cambiar la vida de las personas, por hechos puntuales de un momento. Lo cierto es que murió en la cárcel víctima de una dictadura por combatirla.
Un saludo
Como siempre, el poeta es vituperado en su tiempo y rescatado cuando ya no puede disfrutar las mieles de la gloria.
Como siempre, a contramano, me pondré a repasar a Hernández.
Un abrazo.
Gracias por esta ilustrativa entrada, me ha encantado aprender más. Tenía mi idea con respecto a este poeta y veo que coincide con la tuya. Ignoraba la obra de Eutimio, pero claro, ya se sabe que ciertos enfoques demasiado terrenales producen conclusiones idem, sin considerar el conjunto y las circunstancias de los hechos. ¿Te imaginas que escribieran sobre nosotros ojos ajenos?...La mare de amor hermoso....todo lo que se podría diure. Petons amigo.
Increiblemente "conocí" a Miguel Hernández en el colegio y eso que era de curas, en las clases de lenguaje y literatura era a mediados de los 70, más tarde veloré mucho a ese cura-maestro que se adelantaba a los tiempos, no tengo ni idea como eso era posible, en sus clases siempre sonaba de fondo las canciones de Jarcha, Joan Manuel Serrat o Paco Ibañez poniéndoles voces a Miguel Hernández, Antonio Machado o Alberti, que recuerdos.... un saludo
Miguel Hernández sabía decir sí, no y muchas cosas más. Fue un hombre que se hizo a sí mismo, y nos dejó una obra rotunda y cercana.
Miguel fue sobre todo un hombre, un hombre comprometido, un hombre poeta. Un hombre que quiso ser tal y fue coherente y cuando tuvo que decir no, lo dijo.
Un recuerdo emocionado al poeta en este mes.
Salud y República
Stalker, es espantoso lo que ocurre siempre. Yo la cogí con verdadero temor. Tiene algún momento francamente desafortunado, como cuando sugiere que Miguel Hernández estaba dispuesto a beneficiarse a la novia viuda de Ramón Sijé, obviamente a la muerte de éste. Me parece excesivo deducir eso. (Aunque mira, igual le apetecía un polvo al hombre y la joven viuda le ponía... tampoco sería como para rasgarse las vestiduras. Lo que pasa es que vivimos en un país que...) Tiene otros momentos en que resulta muy crudo en la descripción de los pasos de M.H. para huir de Orihuela. Era muy humilde y tenía un padre espantoso: como para no huir, como para no buscarse la vida. Pero lo interesante es que no juzgan al poeta sino a Eutimio por decir semejantes cosas de San Miguel. No comparto esa visión. Un abrazo.
Isabel, sabía que no se te pasaría el día 30. Yo he puesto esta entrada y la siguiente, y a finales de mes pondré un poema de M.H. en el lateral, debajo de mi firma. Sí, sé que vives al lado de Orihuela, que respiras el aire que respiró él. También eso nos une.
Txema, yo creo que lo que cuenta es la estación final. Y en la estación final M.H. fue comunista convencido, claramente republicano, un luchador al lado del pueblo, un verdadero medidor de los vientos de la tierra. Eso le honra... Y por lo que respecta a la segunda entrada dedicada al poeta, que sepas que hablaré de los hilos... Una abraçada.
Miguel Hernández es un personaje que a pesar de ser pobre, casi inculto, en un pais y en unos tiempos llenos de analfabetismo, ha llegado a la cumbre de la literatura hispana.
Si, hipotéticamente, cometió errores de juventud, bueno y quién no, todos somos humanos, y quien es de baja cuna tiene que esforzarse el doble para conseguir la mitad, pongámonos en aquellos convulsos años y pensemos. Ahora es muy facil juzgar
(lo de que la generación del 27 lo despreciaba porque olia mal y porque era pobre, me parece repugnante y mas por ser quienes eran)
Un saludo
Felipe, justamente los del 27, que eran la mayoría unos señoritos... Un abrazo.
Dilaida, a mí sí me interesa el devenir de los autores que admiro... Desde luego no como un ejercicio definitivo sino para observar las relaciones intelectuales de una época... Es apasionante la primera mitad del siglo XX español. Ahora bien, descender al detalle de si Rosalía era hija de un cura es una tontería adolescente, pues eso no aporta nada. Un abrazo.
Ata, precisamente por eso es importante, al menos para mí lo fue, acercarse a su vida. Necesitamos referentes y, desde luego, M.H. lo es. Una abraçada.
María Jesús, yo no lo veo tan así. Creo que es justo que las grandes voces tengan sus biógrafos, porque nos ayudan a entender una época, y desde luego deben existir divergencias en estilos. La mala fe me parece lo único censurable. Saludos.
Perich, en primer lugar qué alegría más grande leerte y saber de ti, que pronto te tendré ya que escribir en catalán/valenciano... Respecto al poeta, no te equivoques en una cosa: fue preso de la cárcel, eso no se puede obviar y decir lo contrario sí sería mentir. Fue preso de la cárcel y de sus ideas... Un gran abrazo.
Isabel, qué alegría tenerte por aquí... Todos esos epítetos que le dedicas a M.H. los comparto totalmente.
Madame, decir que no es muy difícil a veces, cuando te va la propia vida. Y yo me quito el sombrero y la cabeza entera ante quienes han sabido hacerlo. Esa gente es la que yo admiro, porque seguramente jamás podré llegarles a la suela de los zapatos. Un gran abrazo, milady.
Aro, las sombras de M.H. están en su juventud, cuando quería escapar a toda costa de Orihuela, a la que supongo que amaba y odiaba, para irse a Madrid. Pero necesitaba dinero, y para tener dinero necesitó contactos, y los contactos fueron un cura y un par de falangistas. ¿Le podemos culpar por eso? ¿No hubieran hecho lo mismo quienes le critican? Y hablar de eso no me parece tan terrible. Ni la figura de M.H. pierde entidad ni la gente va a quererlo menos. Porque supo decir no a tiempo y porque predicó con la palabra y con los actos, y porque es un ejemplo de coherencia absoluta. Un abrazo.
Isabel, querida amiga, es cierto ese resumen que tu propones. Murió así y por eso. No hay más que hablar pero sí más que admirar. Un abrazo.
Curiyú, eso si no cae en el olvido terrible de las bibliotecas... La gran gloria es que te quieran, seas o no seas poeta. Un abrazo.
Emejota, un gran abrazo y gracias también por tu simpatía...
Mamé, esta historia de tu maestro ya me la contaste otra vez y me gustó mucho, porque significa que cuando nos transmiten, siendo niños, un poco de belleza, ésta permanece y moldea nuestro carácter. Es lo que se ha llamado educación sentimental... Saludos para Chipiona.
Rafa, y la gente en la guerra recitaba sus poemas. Muchos de sus poemas de guerra él los escribió para dar ánimos a las decaídas tropas. Saludos y salud (y República, claro).
Jose Vte., de todas formas no era tan analfabeto... Era un autodidacta. En su poesía se observa su enorme cultura. Y respecto al tema del menosprecio, pues sí, tienes razón, los otros eran unos señoritos que lo menospreciaron por pesado, por paleto, por mal vestido, por insistente... mucho clasismo mal entendido. Un abrazo.
Es verdad que la política lo contamina todo. Yo soy fans de Hernandez, como lo soy de Federico, a pesar de saber que era Lorca el que renegaba de Hernandez por no ser de su clase... Pero eso que me importa, me acerca al hombre,sí; pero no al poeta. Es verdad, que de Hernandez se ha abusado de la visión pastoril, nunca fue el pastor con boina que no sabe escribir, aunque saliera con el ganado familiar supongo... pero todo ello, como su militancia politica, no quita para que sea un grandísimo y emocionantisimo poeta...
Y cantado por Serrat tiene para mía una emoción que me abruma.
Bezos.
Podemos mitificar por cobardía o falta de temple. También por admiración. Pero elevar a un ser humano a la categoría de mito exige un proceso de deshumanización. Eso nos permite decir "un tipo fantástico, fuera de lo común: coherencia, honradez intelectual, valentía, integridad, nobleza y un poeta como la copa de un pino. Fuera de nuestro alcance por tanto, está bien para admirarlo no para imitarlo, no somos héroes".
Pienso que creamos mitos para justificar nuestra elección por lo anodino.
Quizá por eso los procesos de desmitificación corren a veces el riesgo de convertirse en el linchamiento de los elegidos. Imaginemos lo que podrían hacer en cualquiera de los programas del corazón tan en boga, con una biografía como la de Miguel Hernández.
Creo que nuestro poeta fue un ser humano. Como todos los seres humanos se vio en la necesidad de elegir. Fue hijo de su tiempo. A pesar de ser un simple pastor eligió una posibilidad inverosímil: ser el poeta del pueblo. Pagó un alto precio, solo para dejarnos un legado prodigioso y digno. Asumir que esa capacidad es común a los seres humanos, puede inquietarnos.
Ramon....yo no entiendo nada de "Eutimios"...y declaro mi ignorancia...saliendo de aquí aprendo y mucho , y me gusta leerte...y me gustan los poemas y me gusta Miguel Hernandez...
en voz de Serrat, cuando dice "Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo. "...
eso si que lo entiendo sobre todo para LA LIBERTAD.
"El mejor homenaje que se le puede hacer a un poeta, es leerlo", eso me ha encantado.
Un beso
noche
Thiago, amigo, suscribo tus palabras. Yo, como propone Camino, no mitifico tampoco. Eran seres humanos, con sus virtudes y sus defectos. Pero las virtudes pesaban más, estoy convencido. Por eso fascinan a tanta gente. Un abrazo.
Camino, qué bonitas palabras. Y qué punzante esa apreciación: los mitos nos justifican de nuestra opción por lo anodino. Sospecho que, una vez más, tienes razón.
Anna, has citado el poema justo. Ese fue Hernández, y por eso le admiramos. Porque escribió palabras hermosas pero no se quedó en las palabras sino que quiso llevarlas a la práctica. Un abrazo.
Noche, querida amiga, leamos pues a los poetas, ese homenaje nos limpia y nos modula. Un abrazo.
Miguel Hernández es "mi" poeta. Ningún otro me ha conmovido nunca así... Cuando abrí la cueva quería hacerlo hablando sobre él y también sobre Josefina. No me atreví pero si que hice dos entradas sobre él.
Es cierto que los del 27 lo despreciaban, no sólo los Gerardos y los Dámasos contra los que carga Neruda después de la muerte de Miguel, sino también los García-Lorca y Alberti a los que el de Orihuela veneraba. Pero es que ellos eran señoritos y Miguel Hernández no. Aleixandre, sin embargo, lo quiso como a un hermano pequeño y en la medida de sus posibilidades veló por su viuda y su hijo durante toda la vida.
La biografía de Eutimio Martín no la he leído pero si pienso leerla. Te agradezco mucho esta entrada, Ramón, como agradezco cualquier muestra de respeto y cariño por Miguel Hernández...Dice Serrat que el pobre ha tenido tan mala suerte que su centenario vino a caer en año de crisis, pero yo ya dije una vez que la gira de Serrat cantando sus versos por todo un país un poco(no mucho, pero un poco si) más justo y menos pobre, un país que tanto los quiere a los dos, es uno de los mejores homenajes que podrían hacérsele...Y el concierto es maravilloso
Gracias por esta entrada, Ramón.
Un beso.
A mí me sigue emocionando. ES de los poetas que más me llegan. Mucho más que Lorca. Será que yo soy más bruto que señorito.
Machado y Miguel Hernández.
Las nanas de la cebolla, o ese querer arrancar la tierra... escribe con una claridad, con una intensidad que a mí todavía me llena. Es como si lo leyera de nuevo.
También como he leído antes, tuve un maestro que me hizo aprender sus poemas de memoria. Y muy bien hecho. Me enseñó a amar la poesía como las canciones. ¿Que sería de Andalucía , sin esos 'andaluces de Jaén'? Por Dios, eso es arte, arte puro.
Hola Ramón. ES veritat que a primers
d'any es va parlar i molt de Miguel Henandez, en canvi ara no s'el mencione per a rés. Fas bé de fer-nos memória, per tornar a repasar els seus poemes. GRacies amic-
Excelentes reflexiones, desmitificar humaniza, parece que todavía no somos capaces de hacerlo con 'los nuestros', sean políticos o escritores de épocas oscuras o en penumbra.
Alma, no sabía eso de la mala suerte por caer en un año de crisis pero tiene parte de verdad. De todas formas durante la primera mitad del año se reivindicó mucho la figura de M.H. El homenaje has sido bastante completo y se ha comprobado que la gente no ha olvidado a M.H. Un abrazo.
Alfonso, citas un poema que me gusta mucho, pero la versión real, el poema, no la versión musicada que cortó casualmente los versos más críticos. Tanto M.H. como Federico han traspasado las líneas estricas de la recepción poética y se han convertido en algo más. Esa también es misión de la poesía: convertirse en voz colectiva. Me gusta la poesía oscura y minoritaria pero también la otra, la que canta la gente, porque ese es el verdadero origen de la poesía.
Montserrat, una abraáda molt forta també per a tu.
Julia, las épocas de prenumbra llevaron a lo que llevaron. Dieron lugar a mucho odio, mucho dolor y demasiadas injusticias, pero también nos trajeron voces tan vivas como la de Miguel. Un abrazo.
Yo también elijo su obra. Es lo que suelo hacer siempre mis relaciones con los artistas que me gustan.
Interesantísima entrada.
Espero impaciente la próxima.
Un abrazo.
hola Ramon
Miguel pudo salir de la cárcel, de la enfermedad no. Salió de la cárcel con la palabra, la enfermedad lo enterró cruelmente.
Salud
Perich
Perich, amigo, no puedo dejar pasar ese guante... La enfermedad lo enterró porque estuvo en una pocilga inhumana sin ningún cuidado. No lo llevaron al hospital ni cuando la cosa se agravó. Higiene cero, cuidados cero. Los curas solamente presionaron para que se casara por la Iglesia para santificar su unión. Esa es la verdad: Miguel Hernández murió por rojo. En cierta forma, con el olvido y el menosprecio, el frío y la insalubridad, le mataron (porque hay diversas formas de matar: cuidado en un hospital, como estuvieron muchos, seguramente se hubiera salvado). Te aprecio mucho pero las cosas son como son. Decir que se murió porque se puso casualmente enfermo es, como mínimo, no decir toda la verdad.
La poesia de Miguel Hernandez, me llega muy profundamente.
Me gusta que me vayas descubriendo nuevas facetas de su vida y de su obra.
Espero con impaciencia tu próxima entrada
Su poesía por encima de todo. Como curioso me gusta saber sobre él y tu nos lo traes como siempre de una manera tan pedagógica, pero sin su poesía el personaje hubiera sido uno más de los desgraciados que perdieron la guerra. Un abrazo.
Yo de estas biografías un poco conspiradoras no me fío mucho. Uno va aprendiendo con las que ha leído. Pero como tú dices siempre se puede sacar algo interesante de ellas.
En todo caso, lo importante es que fuera buena persona, y al parecer lo era, además de magnífico literato.
Saludos progresistas de Madrid
Como sé que visitáis el blog Barcelona a pie, me complace comunicaros que de vez en cuando hago rutas gratis por la historia para amig@s, conocid@s y saludad@s. Invitad@s quedáis. Hasta la vista
Ramón no tengo ni idea de que biografía estáis hablando, sólo quería aportar que hace unos años me topé por casualidad, más bien me la regalaron “toma esto que en este país nadie lo va a leer” con una biografía de Miguel Hernández escrita por José Luis Ferris. No me parecía que prometiese mucho y sin embargo (mis juicios precipitados suelen ser nefastos), me conmovió. Después de leerla me atrevo a aseverar que Miguel Hernández fue el único poeta de su tiempo comprometido verdaderamente con sus palabras. Me pareció una persona de una nobleza de tiempos muy lejanos. Neruda le amó tal y como era, porque Neruda también fue grande. Ramón, el libro dice que Alberti pudo hacer más de lo que hizo para sacarle de la cárcel que era lo que todos esperaban, pero no lo hizo. Nunca le perdonó que Miguel, después de regresar cansado de haber estado todo el día luchando al lado del pueblo, les echase en cara esas fiestas superficiales que se gastaban en plena guerra civil, ya que ellos eran los poetas que a la hora de la verdad se distanciaban del pueblo. Miguel estuvo allí, se podrá haber equivocado, y a lo mejor era demasiado pueblerino para una élite de escritores, casi que molestaba. Me siento orgullosa de que nuestra cultura tenga en su haber hombres como él.
Un saludo
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