Para todos los amigos que aún no lo sepan he abandonado este blog y he abierto otro. Ahora me encuentro en Accés a Maians, lugar en el cual voy colgando las nuevas entradas y donde me gustaría encontraros a todos.

dissabte, 19 de maig del 2012

LITERATURIZAMOS

Recuerdo que en un curso que hice sobre creación literaria el profesor nos retó, el primer día, a que diéramos una respuesta práctica a la pregunta ¿Para qué sirve la literatura? Práctica, dijo. Salieron las cosas esperables. Por ejemplo, para culturizarnos con el fin de ser mejores. Pero es discutible: no siempre la gente culta es mejor. Ni siempre, con más cultura, eres más feliz (lo digo en unos momentos en que parece que los únicos felices puedan ser los ignorantes). No: si la pregunta tenía una respuesta práctica no era esa. Otras respuestas perfilaban más: la literatura abre puertas y sacia nuestra curiosidad. O abre puertas y plantea infinitos interrogantes (esta última me gustó más porque es más borgiana). O sencillamente porque la lectura resulta un placer que acaba siendo, por voluntad, inevitable. Porque, por tanto, nos enriquece el alma. Porque permite acceder a realidades no materiales de nuestra existencia. Porque nos enseña a mirar más y mejor. Porque implica alimentar la imaginación que tiene, en sí misma, un potencial inagotable.

Todas esas resultaban respuestas convincentes. La literatura valía la pena, estaba claro. Pero no fue ninguna de ellas la que más me llamó la atención. A lo largo del coloquio alguien propuso otra respuesta que nos convenció más. De hecho, cada vez me convence más. La literatura sirve para saber contarnos nuestra propia vida. Muchos dirán que eso es una tontería, y yo no lo creo. Si literaturizamos nuestra existencia la dotamos de sentido, y eso, en la práctica, algún tipo de beneficio ha de aportar.

Yo siempre he pensado que, acaso por influencia de la literatura, sé contarme mi vida. Le busco señales, relaciones, símbolos, metáforas. Me divierten los episodios cómicos y los acentúo, como si habitara una comedia elevada. En los momentos duros (si no son muy duros) sé distanciarme lo suficiente como para verle las aristas dramáticas. Normalmente relato mi vida a los míos y, tras añadirle algo de sal y pimienta, utilizando los viejos recursos de la narratividad, acabo pensando que mi vida no es aburrida (ya es mucho). Naturalmente, para este ejercicio, uno debe convertirse en personaje. Procuro ser un personaje amable, y no cargar las tintas en nada: ni en lo gracioso, ni en lo valiente, ni en lo listo (tampoco en lo cobarde ni en lo simple). Los personajes con las tintas cargadas siempre me cayeron mal. El no va más de la literaturización es cuando en una sola vida, la de cada uno, eres capaz de interpretar diferentes personajes, según el contexto: un profesor serio y severo, un amable y entregado vecino, un amigo divertido siempre con la anécdota a punto, un buscador de tópicos, referencias y mitologías, un flâneur que trasciende los paisajes (o lo intenta). Supongo que nos ocurre a todos. ¿Que no hay defectos? Bueno, esa sería la otra cara de los personajes, pero uno mismo no es quién para juzgar. Que juzguen los otros. Y que tengan la misma generosidad con los defectos ajenos como la que tenemos para los propios.

Pero la tendencia a literaturizar tiene un exceso en el que procuro no caer nunca. Es un defecto incómodo, que destruye la verdadera naturaleza de saberse contar la propia vida. O no. Lo mismo que hay novelas realistas y otras expresionistas, puede que ocurra lo mismo con las vidas contadas de cada uno.

A este respecto recuerdo que, en mis años universitarios, tenía un amigo poeta, compañero de clase. Poeta de altura, no se piense. Había ganado algún premio destacado y escribía francamente bien. Sus poemas anunciaban un mundo interior muy denso y una vida intensa a muchos niveles. Por esas casualidades de la vida le presenté a una amiga. Y, también por esas casualidades, iniciaron una relación. Su historia duró unos meses, tiempo más que suficiente para que mi amigo construyera un poemario arrebatado de su historia de amor. Nos reuníamos en aquellas noches de cerveza y porros, y él nos leía sus poemas, con mi amiga y amante suya presente. Nosotros nos arrobábamos, y escuchando los poemas creíamos asistir como espectadores a una historia de amor única. Mi amigo comenzaba a glosar las miradas que él y su amada se dedicaban, sus silencios, cierta noche en que escucharon Schubert, el paisaje que podía divisar desde la ventana cada vez que acudía a casa de ella para pasar la noche, los instantes mágicos en que ambos se quedaban abrazados pronunciando palabras en voz baja para hacer eterna la noche, el hilo que estaban tejiendo que lograba mantenerles unidos incluso cuando no estaban juntos. Entonces, en pleno fervor poético, nosotros mirábamos a mi amiga, pensando que era una chica afortunada, pues un amor tan pleno no se vive cada día. Y, sorprendentemente, mi amiga parecía extrañada mientras escuchaba a su amante: iba negando levemente con la cabeza como tratando de espantar una idea inoportuna. Un día la felicitamos fervorosamente: estaba viviendo una historia poética, plena, maravillosa. Ella se nos acercó y nos explicó su versión. Que no, que no era cierto. Que no era verdad lo que contaba el chico en sus poemas. Que estaba muy bien, eso sí, que le gustaba estar con él, pero que ni miradas, ni silencios, ni palabras, ni Schubert, ni hilos misteriosos.

- Llega, follamos, charlamos un rato y se larga. Ni más poesía ni más hostias, que os juro que no. Que se lo inventa todo, Que eso sólo existe en sus poemas.

Si no la hubiera conocido hubiera pensado que era un alma negada para la sensibilidad, incapaz de captar la profundidad del otro. Obviamente no era así.

El exceso que decía antes es ese: literaturizar hasta el extremo, convirtiendo tu vida en un pura mentira de arriba a abajo. También trato de no caer en eso que, por otra parte, puede que sea en realidad una puerta a la felicidad.

32 comentaris:

Cabopá dissabte, 19 de maig, 2012  

Qué buena entrada...

La vida es la pura realidad cotidiana de falsos poemas,de falsas novelas, dramas...y qué cómicos somos la mayoría de las veces

Yo escribo y hago fotos por que me hacen feliz, dejándolas ver por mi ventana...
La Literatura está en los libros, en la vida lo que hay es, esto otro...Y tú lo has reflejado muy bien con tus letras bien escritas.

Besicos

Ah, hacía tiempo que no venía por aquí, siempre es un placer leerte amigo.

Sara O. Durán dissabte, 19 de maig, 2012  

También es la manera más barata de viajar a cualquier parte del mundo y del universo y de otras galaxias.
Besos de anís.

Raticulina dissabte, 19 de maig, 2012  

jajajaaa, un post buenísimo, Ramón,
me he sentido identificada en lo de literaturizar la propia vida y en la búsqueda permanente de señales,
y la anécdota final es sencillamente genial: c'est la vie!

petons

mariajesusparadela dissabte, 19 de maig, 2012  

Tu amigo podía hacer eso porque había "profesionalizado " la literatura. Y, generalmente,los buenos son "profesionales", ¿cómo si no asociar a Juan Ramón con el trato que daba a su santa? ¿y a Cela?.
Los buenos tienes "oficio" y se pasan la vida trabajando en ello. Nada que ver con la expresión de personas normales, sinceras y cercanas.
Al menos, eso creo, aunque no soy una experta en el tema. Es, simplemente una impresión que he comprobado con personas conocidas, que escriben maravillas y sienten de forma absolutamente ramplona.

KRT dissabte, 19 de maig, 2012  

Mai no m'havia plantejat seriosament per a què serveix la literatura (a part de proporcionar un plaer solitari que no amenaça amb deixar-te cec... sempre que llegeixis amb la claror mínima necessària). Però m’ha agradat molt la història del teu amic poeta i de la seva nòvia. No cal que la literatura (ni qualsevol de les arts plàstiques) reflecteixi exactament la realitat: també és molt important l’efecte que fa en el receptor (lector, espectador) quan recrea en el seu interior el poema o el quadre i el fa seu, completant-lo amb les pròpies aportacions. En el cas del teu amic poeta, hi veig tres punts de vista: a) el dels oients, que admiràveu la força artística dels poemes i sens dubte envejàveu els ‘polvos’ reals de què parlaven; b) el de la noia, que sabia distingir la realitat prosaica enfront de la virtual, literaturitzada, i potser no era conscient que en la ment de tots els lectors futurs dels poemes ella seria el referent necessari d’una relació que els lectors només poden imaginar tal com la veuen escrita; i c) el del poeta, que és capaç de crear un món virtual extraordinar a partir d’una realitat més prosaica, però que potser ell interiorment la viu tal com l’expressa. I en tot cas, el poeta potser no és conscient de la seva gran sort: perquè estic segur que hi ha hagut molt altres poetes que, amb més o menys encert líric, han cantat amors extrems i ‘polvos’ celestials... sense haver-se menjat ni un trist ‘rosco’ a la vida real! L’efecte literari dels poemes d’aquests últims potser seria igual per al lector, però no pas per al pobre poeta onanista. I és que en art, bona part ha de ser ofici i artifici, però sempre ha d’haver-hi un fons viscut, que neixi realment d’una experiència.

Ramon Carreté (KRT)

Felipe Medina dissabte, 19 de maig, 2012  

Puede existir una llamada literatura social que trata de denunciar la injustia y la desigualdad.

Sin embargo,opto por aquella literatura que mientras estoy leyendo me hace sentir mentalmente bien,oxigenado,cómodo conmigo mismo.

Lo demás,puede que sea hermoso o de otro tipo,pero como no me hace sentir bien interiormente lo descarto.

Saludos

Darío dissabte, 19 de maig, 2012  

Nos sirve para vivir e identificarnos, para abismarnos a partir de lo que otro escribe, en nosotros mismos.
Leo emocionado un texto de Murakami sobre "correr" y cuanto ha tenido que ver esa actividad en su escritura. Saber que la literatura es, al fin y al cabo, la vida misma vista desde una perspectiva, quizá, maravillosa. Es verdad, no hay que exagerar esa mirada, tal vez ninguna.
Un abrazo.

Isabel Martínez Barquero dissabte, 19 de maig, 2012  

Hay que tener un gran cuidado en el aspecto autobiográfico si se pretende hacer literatura, porque las más de las veces surgirá un engendro si cargamos las tintas en lo más propio.
Pienso que se puede partir de algo que por lo que sea nos llama la atención o nos impele a escribir, pero en narrativa eso es sólo el punto de partido. Lo bonito es arrancar de ahí y que ocurran cosas que nunca nos ocurren a nosotros, porque es muy hermoso vivir muchas vidas, bucear en muchos caracteres, sostener infinitas historias de amor y eso, querido Ramon, nos lo permite la literatura, sin movernos de nuestra realidad cotidiana, es el gran milagro de la literatura.
Otra cosa es el poema, pues en él, en la lírica al menos, está muy presente la psique del poeta.
Y aquel amigo tuyo poeta de la época universitaria tenía una imaginación portentosa, jajaja. Ojalá hubiera escuchado a Schubert junto a ella, la hubiera mirado de forma demorada y todo eso que leía transido de inspiración. Quizá valía para escribirlo y no para vivirlo. ¿Vida idealizada? No lo calificaría así exactamente, pues las obras llevan su vida propia, aparte del autor y el caso de tu amigo es un claro ejemplo.
En cualquier caso, siempre he creído que leer nos permite abrirnos a muchas vidas, a muchos seres diferentes a nosotros, y eso es bueno. Cuando además de leer escribes, es como si te fueras de viaje en un cuerpo y un espíritu que no son los tuyos hacia unos parajes desconocidos, y cuanto mayor se hace la narración, mayor es la aventura; por supuesto, absolutamente apasionante.
Literaturicemos, pues.

Glo dissabte, 19 de maig, 2012  

La literatura me sirve para expresarme, para dar rienda suelta a lo que me bulle y llevo dentro. Y cuando lo consigo, me queda una satisfacción enorme.

Encarni dissabte, 19 de maig, 2012  

Ramón, me ha encantado especialmente esta entrada, la he disfrutado, porque todos esos puntos de vista son importantes para la vida y para la literatura aplicada a la vida.

Me ha hecho gracia la historia de tu amigo poeta, fijate que la poesía es lo que más se acerca a la verdad, supongo que para él aquella era su verdad, la que plasmaba, o la que quería sentir pero era incapaz de demostrar. No sé, lo mismo era un farsante con verborrea y versos.

Lo cierto es que con nuestra verdad podemos moldearla como queramos en la literatura. A mi me ha servido en muchas ocasiones, lo mismo te puedo decir que a modo de catarsis me ha venido bien. La literatura es ponerle arte a lo que se cuenta, pero eso lo he aprendido hace poco.

Un abrazo.

Montserrat Sala dissabte, 19 de maig, 2012  

Hola Ramón: avui has tret el sant Cristo gros,eh? podria semblar a primera vista, peró el tema es mes profund del que caldrie pensar. Jo he dit moltes vegades (i a més ho crec.)que la ignorància ajude a ser feliç. Y fugùra't en els temps de que estem vivint, si tinc raó. La ditxosa crisi del capital, la tendríem igual, però no sentiríem tan odi als qui la han provocada. i de passada seriem mes bons. D'altra banda no crec pas que la literatura serveixi, per escriure els episodis de la nostra vida. Que penses potser en labors M ??? si allò et va donar la idea i pensar el teu post. descarta la idea. seria ridícul, no em sento pas al·ludida. (entre d'altes coses perqué em farie falta ser Literata) i doncs la Literatura, epistolar? i les auto biografies? i els llibres de viatjes?? Estic mes en la onda del que diu que la literatura ens permet accedir a realitats no materials de la nostra vida.t. Com per exemple la poesia. I el que expliques del teu amic poeta, ne's un exemple.El pensament poètic eleva l'anima, i ens converteix, en persones mes delicades de tracte, mes primmirades,en tots el aspectes. i això es positiu, encara que hi hagi algú que ho veu d'altra manera.
Ben cordialment

la reina del mambo diumenge, 20 de maig, 2012  

Un estupendo post.
Está muy bien eso de contarse la propia vida (o contarla). A mi me gusta poner humor, mucho humor y a veces muy negro :).
Encantada de leerte.
Un peto

emejota diumenge, 20 de maig, 2012  

Vaya, llego tarde y lo han dicho casi todo. Verás, me ocurre que tengo un grave problema: no puedo sino estar de acuerdo con lo que he leído, que por cierto me ha hecho disfrutar de lo lindo, hay personas, por no decir hombres cuyo comportamiento habitual dista mucho de la idea que tienen de sí mismos, y de eso entiendo un rato laaaaargo, por tanto se a lo que se refería tu amiga.
No te negaré que siempre me ha gustado leer, pero últimamente como que ya no me trago "los guiones ni las historias, o sencillamente me aburren", lo mismo me ocurre con la mayoría de las películas.
Siento que ya he vivido demasiadas historias, visto demasiadas películas, noto que todo se va repitiendo con distinto manto, pero solo es un manto. Las emociones, los deseos, las ambiciones, las aventuras que las engendran, son las que son. Ya está.
Es por ello que en la actualidad prefiero aprender o reaprender cuestiones que me dejé en el tintero, meditar sobre el camino recorrido y escoger con mucho cuidado y respeto aquello que desee leer: sigo siendo una engullidora, necesito seguir aprendiendo pero con discernimiento y calidad, alta calidad.
En cuanto a escribir sobre uno mismo, yo lo hago sin ningún miramiento y con todo el propósito porque tengo descendientes a los que informar de alguna manera ya que el tiempo siempre correrá en mi contra y cuando les entre la verdadera curiosidad sobre sus raíces no estaré para contarselo. Hay que dejar la labor hecha por adelantado.
Si de paso sirve de algo a algún lector que se encuentre perdido, pues bienvenido sea. De propina me encuentro con que me he vaciado emocionalmente y ello ha sido estupendo para mi psiqué, lo cual conlleva ahorro en tratamientos y especialistas, de los cuales, dicho sea de paso, no me fío para nada.
Por experiencia lo se, he escarbado en la superficie de algunos y..... mare meua lo que me he encontrado, ufff, quita quita, donde esté un poco o mucho de amor y experiencia que se quiten de en medio.
Te seguiría comentando mucho más, pero ya lo haré en persona, espero. Petonets.

Dilaida diumenge, 20 de maig, 2012  

Una entrada fantástica, enhorabuena Ramón.
La anécdota de tu amigo me ha hecho recordar a una señora que conozco que le pasa algo parecido. En el pueblo dicen que es una mentirosa, que no se le puede creer nada.Yo pienso que es una pena que sea casi analfabeta, porque la historias que ella inventa y cuando las cuenta las vive de tal forma que son dignas de ser plasmadas en un libro.
El comentario en galego perfecto, gracias.
Bicos

Tot Barcelona diumenge, 20 de maig, 2012  

¿ el Dr Jekyl quizás ?

Óscar Pardo de la Salud. diumenge, 20 de maig, 2012  

Amigo Ramón, me ha encantado este artículo.
Como siempre felicidades, un fuerte abrazo.

Pluvisca diumenge, 20 de maig, 2012  

Aja, mientras leia me vino a la mente precisamente lo que explicas al final y es que hay gente que solo sabe vivir la pasión u otra emoción a través de la literatura...

Me gusta leer y soy de las que creo que el novelista siempre pone en sus personajes lo que es, como es en su yo más profundo y eso, al mismo tiempo,hace que yo puede verme o no reflejada en alguno de los personajes...enriquecen, nos hacen ver la vida desde muchas facetas, pero la felicidad nada tiene que ver con la literatura ¿no crees?

Petons

Josep diumenge, 20 de maig, 2012  

- Per a què serveix la literatura? -Li va preguntar el reporter.
-No serveix per a res -va contestar Saramago.

Però per a mi amb tot respecte s'equivoca. Crec que la literatura serveix perquè recordis i perquè oblidis, perquè t'enfadis i perquè pugem riure, per divertir-se i per avorrir-se, per conèixer i per ignorar.
Ramon, sempre m'encanta llegir-te però avui segurament una mica més. En referència al poeta i la noia crec que en aquest cas ella té tota la raó,però hem de reconèixer que no sempre és així. No se si serà un engany o no, però ahir vaig veure la vida del cantautor argentí Alberto Cortez i em va semblar que el que viu l'escriu.

Isabel diumenge, 20 de maig, 2012  

Lo real llega, empuja y lo aparca todo, hasta la literatura que, por cierto me parece una palabra ya un poquito caduca.

Besos

RGAlmazán diumenge, 20 de maig, 2012  

No sé si sabría contestarte con una sola respuesta. Desde luego reconozco que la respuesta que te gustó es la más artística, la más deseable, pero no estoy seguro de que sea la buena.
Yo prefiero una mezcla de las últimas que citas antes de la preferida.
El ejemplo que has puesto ocurre. Sé de algunas personas que se inventan su vida, que la llegan de deseos no alcanzados, que la completan con situaciones no vividas. Y es que hay mucha gente mitómana, porque crearse sus propias mentiras y hacerlas realidad es una forma de escapar de la cruda y verdadera realidad.

Me ha gustado tu entrada, Ramón, tienes la virtud de que haces pensar.

Salud y República

P MPilaR diumenge, 20 de maig, 2012  

Cabe volver la oración por pasiva:
"La Literatura ha sido vivificada, en tanto nuestra existencia recrece conforme es literaturizada"
Estos palabros inventados también emiten señales...luminosas.
¿O son ráfagas del pensamiento improductivo?
A saber

Abrazos

nocheinfinita diumenge, 20 de maig, 2012  

Yo aunque quisiera, no sabría literaturizar mi vida :( aunque imaginación no me falta.

Desde luego que tus entradas hacen pensar, jeje, me gusta.

Un besazo

Alfonso Saborido diumenge, 20 de maig, 2012  

Me ha encantado, la literatura es mi vida, sin ella yo no sería nada. Todo lo que aprendí vino de ella.
Lo otro jaja, claro hombre, nada tiene por qué ser verdad. Yo escribo poemuchos, unos pensando en mí, otros inventándomelos jj así que yo no me creo nada a priori :D

Anònim dilluns, 21 de maig, 2012  

Yo viví un amor así, como el que literaturizó tu amigo...más bien debería decir que yo literaturicé un amor así, jaja... En mi memoria no arde Schubert sino Caetano Veloso, que ya sé que no es lo mismo pero es lo que hay.

Seguramente la versión del objeto de tanta pasión no sea muy distinta a la de tu amiga...es complejo, por una parte porque en una historia de amor, estamos predispuestos ya a la literatura; nos enamoramos con palabras y miradas aprendidas en el cine y en los libros que hemos amado previamente y luego es muy díficil desprenderse de ese barniz delicioso que quizá oculta la auténtica esencia de lo que hay debajo pero al mismo tiempo la embellece de tal manera que no queremos renunciar a él...

A mí la literatura me sirve, básicamente, para reconocerme y para perdonarme.

El post me lo guardo porque lo voy a leer muchas más veces

Un beso

Lluís Bosch dilluns, 21 de maig, 2012  

Que la gente culta y leída no es mejor que la otra, es una evidencia. No sé qué asesino brutal de los campos de exterminio nazis lloraba cada día leyendo a Novalis, después de gasear a miles de presos.
Sin embargo, voy a dar una respuesta muy personal, nada cultivada: por principio -por intuición- me fío más de alguien que lee que no de alguien que no lee. Aunque un día me encuentre al exterminador y compruebe que mi intuición me ha engañado vilmente, por ahora va bien.

Anònim dilluns, 21 de maig, 2012  

Una entrada con maestria, Ramón, como suelen ser las tuyas.

Literaturizar es una palabra relativa,ente moderna,aunque entendemos el concepto que encierra: "convertir en literatura lo que originariamente no lo es o puede no serlo"...en este sentido, ¡cuantos blogueros hacemos esto!

observo que es una practica habitual,no se hace literatura, para nada, entre otras cosas porque se ha de saber, de aprender y de practicar; eso de convertir lo bello en palabra, es un arte de algunos pocos; hay quien se expresa con la palabra escrita...como yo misma, que te aseguro que expreso lo que pienso en todo momento, incluso en los poemas, reconociendo como "el poeta de tu entrada", que a veces dista la expresión escrita(más creativa) de la expresión real, es decir, tu amigo el poeta, es un sublimador de la palabra y en ella seguro que pone la carga emocional, de sentimiento, de sinceridad, pero que en las distancias cortas no es capaz de mostrar, porque ese es un tema de contacto, de piel...que hay que aprender(hay personas con muchas carencias)...ese es otro tema.
Sea como fuere, ¡que bonitas tertulias literaturizadas!, Ramón, porque es bello literaturizar la vida..
Un peto ben fort.

María dilluns, 21 de maig, 2012  

Escribir poesía es convertir los sentimientos en belleza, en arte, en color, en luz, en vida...

Me ha encantado tu entrada que habla de la literatura, de esa expresión que todos sabemos expresar con letras, aunque algunos lo hagan con versos, mejor que otros con letras sencillas, pero todas las personas con sentimientos sabemos pintar con la tiza de nuestros sentimientos.

Un beso.

Anònim dimarts, 22 de maig, 2012  

Ramon, estupenda entrada. Mi admiración como siempre por esa manera estupenda tuya de comunicar y hacer pensar.
Para mi escribír es una manera de vaciar mi interior, una necesidad vital de compartir con aquel que esté dispuesto a escuchar. Tengo muchas carencias respecto a la literatura, no soy pretenciosa. Y respecto a la idea de que es uan manera de contar nuestra propia vida, es una realidad. Todo lo que escribimos lo hacemos desde nuestra propia óptica, dándole un toque personal de nuestra propia experiencia. Es verdad que podemos perder la objetividad y crearnos un personaje fictício, pero al escribír, muchas veces hacemos realidad nuestros deseos, nuestras carencias, y es perdonable, porque cuando creamos lo vivimos así, con la pasión de las letras.

Isabel Martínez Barquero dimecres, 23 de maig, 2012  

Se me olvidó decirte algo muy en consonancia con esta entrada, aquello que sentenció Pessoa (y con lo que no estoy totalmente de acuerdo) de que el poeta es un fingidor. Como siempre, a veces, sólo a veces.

Sue dijous, 24 de maig, 2012  

Je, tuve un compañero de facultad que le pasaba con el cine, todo lo veía como una escena de película y hasta te montaba guiones para que la conversación fuese más "divertida".

En fin, no soy una friky de la literatura pero me ha gustado leer y, sobre todo, escribir desde canija.

La vida...

genetticca dijous, 24 de maig, 2012  

leer es nutritivo alimenta y no engorda. Leer es condimentar el alma con las especias de la sabiduría. Leer es saber acerca de todo lo indigesto y lo sabroso; así que la literatura,para mi, es mi segundo alimento, despues del combustible obligatorio para mantener el físico.

muy buena entrada.

un abrazo Ramonet

Mariluz GH dissabte, 16 de juny, 2012  

Lo bueno que tienen los pequeños lapsus de Blogger es que de pronto me encuentro con varias de tus entradas seguidas en mi reader :)

Ésta primera es una auténtica joya. Veo que ha comentado mucha gente, los dejaré para otro día.

Ni soy ni me tengo por poeta, pero lo de tu amigo es fácil de entender: los poetas aman al amor, al dolor y a las miserias derivadas de ambos; los poetas no mienten pero embellecen sus fantasías dándoles un color casi realista (¿quién no sueña con un amor perfecto?)...
en fin, que me ha encantado esta entrada y me has dado varias ideas por si alguna vez hago un curso sobre creación literaria y me preguntan ¿ara qué sirve la literatura?... mi respuesta sería: la literatura sirve para hacerme vivir vidas imposibles.

Un gran abrazo, Ramón :)

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