Para todos los amigos que aún no lo sepan he abandonado este blog y he abierto otro. Ahora me encuentro en Accés a Maians, lugar en el cual voy colgando las nuevas entradas y donde me gustaría encontraros a todos.

dimarts, 3 d’abril del 2012

LA MONA

En mi tierra existe la tradición de la mona, un pastel adornado con huevos de Pascua, ahora de chocolate, y que los padrinos (¿o eran las madrinas?) regalan a sus ahijados en estas fiestas. A mí, que me quedé sin padrino muy pronto, me compraba la mona siempre mi madrina. También el palmón, que a la pobre le tocaba asumirlo todo.

Yo me he vuelto goloso con los años. Fui un niño que prefería las anchoas al chocolate. Por eso, de la mona lo que más me gustaba era el nombre. Recordaré siempre lo que me preguntó un año mi madrina: "T'estimes més una mona com la de sempre o aquest any la vols que sigui viva?" O sea, o el pastel de cada año o de las del parque (el zoológico fue siempre el parque). No lo dudé: una mona del parque, siempre tan graciosas, de variados tamaños (puestos a escoger, me quedaba con una que se pareciera a Amedio, el monito de Marco). No fue así, como era esperable: creo que fue la única vez en que mi madrina, tan querida y añorada, no estuvo a la altura.

La mona, lo supe luego, se llama mona en Catalunya, Valencia y algunas zonas de Murcia por influencia árabe: la munna era el presente en forma de alimento que los moriscos hacían a sus señores en pago por los arrendamientos de las tierras. Otras voces proponen otra etimología: munda, de origen latino y que significaba también alimento. Sea como fuere la primitiva mona estaba hecha con masa de pan. Algunos han querido relacionarla, en su origen, con el hornazo castellano (he probado el de Salamanca; jamás probé bocado más calórico). Con el tiempo la mona evolucionó hacia postre, a dulce, al chocolate, a las figuras de chocolate. Siempre incorporando los huevos (simbolismo indudable de la Pascua y de la primavera) y, ahora, los pollitos amarillos. Las plumas de colores serían un aporte gay: para que luego digan de los catalanes que somos serios.

¿Por qué hablé hoy de la mona? Supongo que estas fechas me llevan a recordar esos momentos felices de mi infancia, y la gente querida que ya no está. Mi madrina siempre me llevaba a comprarla a una pastelería de Les Corts. ¡Con qué intensidad recordamos a la gente querida en circunstancias como ésta! Me acuerdo también de cuando pasábamos la Pascua en mi pueblo de Lleida, acercándonos a ver la mona de la pastisseria Muixí, en Balaguer, que fue ya en aquellos lejanos años un abanderado de las monas de chocolate dedicadas a personajes populares: jugadores del Barça, o Salvador Dalí en una ocasión. Y a tamaño natural, en chocolate. O me acuerdo también, bastantes años después, buscando la mona por los rincones más bonitos y medievales de La Seu d'Urgell (yo, en esos años, con diecisiete o dieciocho, me escapaba a la mínima y me metía toda la tarde en una librería de lance y descubría libros a precios irrisorios: allí encontré la Rosa Krüger del falangista aquel y que, a pesar de todo, tanto me gustó. O las memorias en varios tomos de Corpus Barga, con el precioso título de Los pasos contados. El caso es que llegaba cargado y provocaba el consiguiente enfado de mi madre: On els fotrem, tants llibres?).
La semana antes de la mona era el tiempo de la palma y los palmones, que me parecieron siempre aburridos (porque implicaban misa, y por algo que ya de pequeño me sorprendía y desagradaba: en un momento de la ceremonia el cura pedía que diésemos todos con el palmón contra el suelo en un acto terrible que recibía el nombre de "matar judíos"; juro que yo he vivido eso). Frente a ellos y las venganzas de una Iglesia preconciliar, yo prefería la mona. La sigo prefiriendo ahora, por los tantos recuerdos que me trae.

(Ambas imágenes, como muestran las respectivas leyendas, no son mías. Están tomadas de sendos blogs de cocina: Catacuina y La Lionesa.)

31 comentaris:

Lluís Bosch dimarts, 03 d’abril, 2012  

Muy buen la aportació gay a la mona! Hace pocos días hicimos la "mona" anticipada en el cole, y los niños de segundo se peleaban por llevarse luego las plumas. Curiosamente, la de color lila se la llevó un niño en vez de una niña, que era más previsible. ¿Nos estaremos librando de los prejuicios? ¿Los hecharemos de menos?

Montserrat Llagostera Vilaró dimarts, 03 d’abril, 2012  

Hola Ramón:
Has fet un bon Post.
Aci a Valencia, ja fa dies que en forn hi habn petites mones individuales en varies formes de cargol, de peix etc. i al mig amb un ou dur o de xocolata.

Saps aixó de picar el palmó, jo no sabia el significat, quin horror!. Ara ja no es fa.
El meu pare catalanista de pro, amb posava a dalt de la palma, més tard el palmó una bandera catalana amb una llaçada, aleshores estaba prohibida.
Felç Setmana.
Una abraçada Montserrat

Pakiba dimarts, 03 d’abril, 2012  

Bonita explicación de las monas, aquí en Catalunya también es tradición que los padrinos la regalen a sus ahijados y las padrinas el palmón.

MAMÉ VALDÉS dimarts, 03 d’abril, 2012  

Por aquí no es muy común lo de "La Mona" si fuese una historia americana como Santa Claus o Halloween seguro que estarían de moda, por eso gracias por la explicación, y un saludo y feliz "Mona" ¿O se dice de otra manera?

Felipe Medina dimarts, 03 d’abril, 2012  

Hermosos recuerdos ,Ramón.Ya no está en lo dulce o salado sino en el sentimiento que nos provoca el mirar hacia atrás.Muchas veces el pasado se nos antoja como mejor porque,al fin y al cabo,la infancia es la más querida.

Un saludo

Dilaida dimarts, 03 d’abril, 2012  

Bueno yo si tuviese que elegir, aunque el dulce no me gusta mucho y prefiero un buen café sin azucar, seguro que escogería la mona y no el rollo de los ramos y eso de "matar judíos",¡¡¡dios que mal suena!!!. Era admirador de Hitler ¿no?.
Bicos

Raticulina dimarts, 03 d’abril, 2012  

Tot i que em van exonerar de ben joveneta de palmes i misses, la mona de gema amb ninot de turno de xocolata no la deixava passar per res del món...mmm. Amb els meus fills ja no segueix la tradició, cap d'elles, perquè no estan ni batejats.
No recordo això tan bèstia que expliques de "matar jueus", jo només la sacsejava enlaire...
Una abraçada.

Laura dimarts, 03 d’abril, 2012  

Aquí también se estilan las monas, llevo cuatro días que no paran de regalarme en el pueblo donde trabajo; se hacen como si fuera una trenza enrollada y los huevos se ponen dentro, el chocolate se hace para mojar la mona y con el huevo se coge y se dice" açi pica ,açi cou ,açi es trenca l´ou" y se golpea en la frente para romper el huevo, bueno no se escribir valenciano, si meto alguna espardeyada ¡ qué se le va a hacer!.

Besos y feliz semana .

Mercè Salomó dimarts, 03 d’abril, 2012  

No nomès es feia picar el palmó per "espantar jueus", sinó que es feia rodar un aparell que es deia "carraca". No ho recordes?

No sóc gaire llaminera de mones i pastissos, però si em conviden a un trocet m'el menjo.

Bones mini-vacances!!

Anònim dimarts, 03 d’abril, 2012  

A mi m'agraden les mones de tota la vida, les tradicionals artesanals amb els seus ous cuits en base de "brioix"... i tot i que s'han vist molt variades, amb xocolates blanc, negre i de colors, prefereixo el sabor del postres de tota la vida.
És el punt final de la setmana santa, que endolceix la vida (com déu mana) i li dóna color i cert, ara més amb "les plomes" que m'agraden i donen després unes carícies molt suaus.
Que gaudeixis d'aquesta setmana santa, Ramón, amb mona, ous, xocolata i plomes...¡que no falti de res!
Molts petons

mariajesusparadela dimarts, 03 d’abril, 2012  

También por aquí conocí yo a una mona. Alla por mi infancia, en un parque, en Pontevedra, había una mona superfamosa a la que recordé al leerte. Pensé que, no siendo goloso, te habría encantado conocerla.
Yo, en lo del dulce, tengo manías: me doy un tracón un día y puedo estar meses sin probarlo.
Felices pascuas.

(ya estoy enredada, repitiendo la verificación)

genetticca dimarts, 03 d’abril, 2012  

En mi pueblo, de la provincia de Tarragona, la mona era lo más parecido a una pizza.Consistía en una masa plana de pan y con pimientos y tomates escalibados,con un insuperable aceite de oliva de la Terra Alta. En medio un huevo frito. Estaba riquissssimo!La tradición era ir al campo en el carro tirado por un burro o un caballo(según la clase)a comérsela.
El domingo de ramos me entusiasmaba, porque estrenaba zapatos de charol con calcetines de perlé. Un vestido de organdí almidonado con mucho vuelo y manga corta, tan deseada después del empacho de ropa del invierno.
Lo mejor del palmón,las galletas con forma de estrella, arbol, angelito etc que colgaban de él. Cuando llegabamos a casa no había ni una.
El significado de esas tradiciones se perdía en el comienzo de la primavera, entre aromas y soles nuevos, inocencias y despreocupación. No existia un sentimiento religioso, era una fiesta comercial, como lo sigue siendo ahora, solo que antes no lo sabía.
Bones vacances ramón.

nocheinfinita dimarts, 03 d’abril, 2012  

Sobre las monas de chocolate había oído hablar, pero eso de los palmones y de "matar judios", me sorprendió. Siempre me sorprendes.

Un beso

José Vte. dimarts, 03 d’abril, 2012  

Me ha gustado Ramón. Como bien dices aquí en Valencia también es tradición la mona. Ahora son de chocolate la mayor parte, pero entonces, nos la compraban el domingo y lunes de Pascua y lo bueno era que el huevo hervido había que cascarlo en la frente de la pascuera o del pascuero de cada uno cuando estaba distraido, con la consiguiente persecución posterior.

Un abrazo

Alfonso Saborido dimarts, 03 d’abril, 2012  

Conocía de la costumbre, me encanta el chocolate. Pero ya sabes que aquí en Andalucía para nada se celebra la Resurreción ni la Pascua. Somos más de crucifijos, santos entierros, matar y torturar toros por las calles los domingos de pascua, etc... diferencia entre pueblos hijo mío :P Algún defectillo teníamos que tener jj

Sara O. Durán dimecres, 04 d’abril, 2012  

Acá aunque se conoce, no se acostumbra... Me gustó tu narración y el gusto por recordar las convivencias de niños.
Abrazos.

p.d. quita de los comentarios la verificación de palabra ¿no? Qué lata! y luego me tocan palabras difíciles, casi imposibles y cada que cambio esta peor. No te protege de nada, solo estorba.

Ana dimecres, 04 d’abril, 2012  

Me parecen unos recuerdos muy bonitos y por supuesto dulces además de una costumbre que está bien no perder.

Un besico.

Darío dimecres, 04 d’abril, 2012  

Y nada, me pareció maravilloso saber de esa tradición, y sólo deseo que este año te den mona. Yo, un abrazo.

El tejón dimecres, 04 d’abril, 2012  

Buena tradición y buenos recuerdos de mi paso Martorell y Abrera.
Saludos.

Unknown dimecres, 04 d’abril, 2012  

Les padrines i els padrins de bateig són aquells que fan la mona.
A mi m'agradava anar a plegar-la i m'agradava la tradició de "les caramelles". El pare cantava en un cor i se m'emportava. Encara recordo le tornada d'una cançó:
Visca la pasqua, pasqua florida amb cantúries pels carrers!!!!!!
Una abraçada.

Pluvisca dimecres, 04 d’abril, 2012  

La Mona, Saps, en Mallorca no es tipica la mona alli tenemos el rosario que es un collar largo hecho de frutas azucaradas y confites...

Me gusta como explicas la historia, hay cosas que no conocia.

Una abraçada

Montse dimecres, 04 d’abril, 2012  

Pues no sé cuántos pobres judíos habré matado golpeando la palma, pero no tenía ni idea. Lo que sí me suena es algo relacionado con la carraca y los judíos, pero no sé qué función tenía, sólo que me gustaba el ruido.
La mona con huevos cocidos será la tradicional pero no me va, prefiero la dulce. Además eso de contemplar en los escaparates de las pastelerías las figuras de chocolate es impagable. Nosotros nos la comíamos en Las Planas y teníamos un vaso en la vitrina lleno de plumas acumuladas de todos los años.
Un abrazo.

SEMA MIRANDA dimecres, 04 d’abril, 2012  

Gracias por tus comentarios hacia mi Semana Santa laica, como bien la has definido. un abrazo.

Sue dimecres, 04 d’abril, 2012  

Qué rica!
Las tradiciones gastronómicas me gustan :)

josep dijous, 05 d’abril, 2012  

Yo también recuerdo "la mona", aunque no con tanto cariño como tu: el padrino que tenía no me caía muy bien y no me hacía nada de gracia que me regalase "la mona" (con el tiempo esa antipatía se suavizo). Aunque si recuerdo con gracia los adornos de chocolate que llevaban encima (que no siempre eran huevos sino cualquier tipo de figura reproducible). También tengo que decir que, inevitablemente, cuando era más pequeño, el hecho de elegir la mona no dejaba de convertirse en un hecho diferenciador de la clase social: al ser mi familia de clase obrera, había “monas” maravillosas a las que jamás tenia acceso…..bueno, es lo que había. Y las plumas, ciertamente, las plumas de colores que tan tranquilamente, y después de varias monas consecutivas, año tras año y coleccionando esas plumas multicolores, bien podrían haber servido para engalanar la boa de cualquier vedette de prestigio o de la más cercana y querida Mari Sant Pere.

Montserrat Sala dijous, 05 d’abril, 2012  

Bon dia Ramón: al meu poble, es vivía
molt Aquesta Setmana, El diumenge de Rams, ja es començave, amb la desfilada del armats. Les noietes, hi anavem per veure, si algún del seus admiradors, desfilave amb amb l'interés consegüent per saber com representàven, el seu paper de soldat romà, amb faldilla, i un casc molt lluén. Els nois, en aquells dies, els nois no eren mai companys. Cal recordar, que hi havíe escola de nois, i en un altre edifici,les noies.
de matar jueus. allà també es feie
amb els carraus, que ere com una especie de molinet de fusta, que voltave al més moviment que fecis.

La mona, i totes aquestes tradicións, es mantenen encara avui, molt vives, perque convé que
el consum, no s'auturi. I ara més que mai.
Una entrada molt oportuna. Petons.

Anònim dijous, 05 d’abril, 2012  

A mi em posava la pell de gallina veure tota escenificació de "matar jueus". Una de les més terribles era durant la Setmana Santa, quan es feia amb carraques dins de les esglésies, amb aquell so atronador i aquella inconsciència sanguinària!

Pel que fa a la mona, evidentment me la regalava la padrina. Però com que tinc família a Villena, allà la mona era un pastís senzill, de massa de pa, amb un ou com a únic ornament.

L'any passat vaig fer un apunt sonre la Pasqua i el Pésakh: http://enarchenhologos.blogspot.com.es/2011/04/pesakh-i-pasqua.html

El Drac dijous, 05 d’abril, 2012  

Qué terrible para un niño crecer con eso de "matar judíos"; felizmente la Iglesia ha evolucionado no tanto como quisiéramos pero ahí está tratando de seguirle los pasos a la modernidad y anteponiendo siempre su decálogo moral.

Un agran abrazo y que disfrutes de estos días de recogimiento.

Mª Trinidad Vilchez divendres, 06 d’abril, 2012  

Muy bonito post, y a comer mona todo el mundo, que están muy ricas, ya sea con o sin plumas...!!!
Abrazos y Buena semana santa, Ramón.

Josep divendres, 06 d’abril, 2012  

ramon, me has hecho recordar lo de matar judios. Y dentro de la iglesia aun se escuchaba más, y sin micros, pero parece ser que aquel hombre gritaba más en aquel momento. Yo la mona la recuerdo que era de mazapán, y el huevo duro en el centro.

Lo que dice Genetticca me parece que no era una pizza, era una coca de recapte que es un plato muy típico de algunas zonas de Lleida y Tarragona (Terra Alta) mi padre era de allí.

Una abraçada.

Encarni diumenge, 08 d’abril, 2012  

Ummm, he tenido que coger unas onzas de chocolate al leer tu entrada, me ha dado ganas... Sabes, mi hermano que vive en Barcelona (ya le queda poco de estar allí) trajo una mona de esas, que lujo! Yo también he sido más de cosas saladas, ácidas, etc. pero últimamente me encanta el chocolate negro.

Felicidades muy monas ;)

Un abrazo.

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