Para todos los amigos que aún no lo sepan he abandonado este blog y he abierto otro. Ahora me encuentro en Accés a Maians, lugar en el cual voy colgando las nuevas entradas y donde me gustaría encontraros a todos.

dimecres, 14 de desembre del 2011

LAS ENFERMERAS RUSAS

Durante estos días he estado mirando con atención a Rusia, por el pucherazo de ese ser despreciable llamado Putin, y de su cachorro (o su cacharro, que no viene de una vocal a estas alturas). Y he pensando que los pobres rusos han tenido muy mala suerte casi siempre con sus gobernantes. Mi memoria me ha traído, por ejemplo, a esa momia llamada Boris que le daba al vodka en demasía y luego pellizcaba el trasero de las secretarias o se paseaba beodo haciendo el número o bailando los pajaritos (que en su caso era aproximadamente lo mismo). El siguiente vídeo les dará una idea, por si se habían olvidado, que no lo creo.

He estado mirando con atención, y con indignación, el pucherazo ruso, que ha hecho que muchos ciudadanos salieran a protestar a las calles. Siempre que el pueblo sale a la calle nos produce admiración. Entonces pensamos que queda una esperanza para el mundo, y que la maldad y la mentira no pueden triunfar siempre. Pienso que se ha hablado poco, o será que estamos tan preocupados con lo nuestro que ni fuerzas tenemos para ocuparnos de otros asuntos. Pero Putin, y su cachorro Medvédev, representan esa Rusia despreciable, en la que los nuevos ricos se pasean dando asco y la mayoría del pueblo se muere de hambre. Pero mientras que nadie se ocupa de los que se mueren de hambre, a los que dan asco se les recibe con las mejores sonrisas, porque si bien es innegable que dan grima el dinero nunca lo da.
Mirando en estos días a la corrupta Rusia me he acordado de la Rusia soviética, esa que cayó por sus propios errores. Esa que celebraba los días de fiesta con tanques, soldados, misiles y muchas momias mirando el desfile desde el Kremlin. Me he acordado de esas momias, pero me he acordado poco, porque casi nunca salían y cuando lo hacían se les veía de lejos. Nombres como Brézhnev, Andrópov y Chernenko son suficientemente representativos de por qué la gente no se daba tortas por entrar en el régimen comunista. Daban mal rollo, esa es la verdad. Seguramente desde Occidente se acentuaban los males, no diré que no, pero se bastaban por sí solos para dar yuyu.

Y puesto a recordar me he acordado también de la enfermera rusa que da título a esta entrada. ¿Que quién es esta enfermera? Algo así como la encarnación de lo que viene siendo Rusia desde hace muchos años, para desgracia de los rusos. Y, digámoslo claro, una encarnación de lo que este mundo neoliberal que nos toca sufrir quisiera poner de moda. De aquello en lo que nos estamos convirtiendo. La enfermera rusa, es decir, la dama del sueño, la señora de los silencios, la mujer narcótica, la fémina de los ansiolíticos, Madame Morfina, Lady Opio, la dueña de la mudez.

En agosto del año 2000 el submarino nuclear ruso Kursk, tras un experimento, se perdió con todos sus tripulantes a bordo, muchos de ellos vivos. Mientras el submarino permanecía depositado sobre el fondo marino, sin posibilidad de movimiento, en la superficie medio mundo sufría por los marineros y se intentaban diversas operaciones de rescate. Meses después se logró recuperar y se descubrió que los tripulantes que habían sobrevivido habían contado aspectos de su larga e inútil espera escribiendo a oscuras desde la parte trasera del submarino, probablemente oteando desde las ventanillas alguna luz que acudiera a rescatarlos.

El triste episodio hizo que se cuestionaran muchos aspectos relativos a la seguridad de los soldados. Cuando se celebró el funeral oficial la madre de uno de los muchachos muertos en el accidente se levantó y, gritando, trató de pedir explicaciones a quien se las pudiera dar. Pero ahí estaba ella, la enfermera rusa. Diligente, veloz como una rata, sacó de alguna parte una jeringa que inyectó sin miramientos en el hombro de la dolorida madre que cayó en un instantáneo sopor (y evidentemente se calló).

Viendo y leyendo la polémica sobre las recientes elecciones con trampa en Rusia me he acordado de ella. Y he pensado que seguramente tenemos enfermeras rusas infiltradas en todas las ciudades, en los pueblos, en todas las calles, preparadas para inyectarnos raudas una buena dosis de tranquilizante y hacernos callar al instante. No es broma: estemos atentos. Haberlas, haylas.

30 comentaris:

Dilaida dimecres, 14 de desembre, 2011  

Ramón empiezo por el final, el dicho gallego es "Habelas hainas". Ya sé que la frase que pusiste tú se oye mucho pero es un "castrapo".
A Rusia yo la comparo muchas veces con una mujer maltratada, tiene muy mala suerte con sus gobernantes, siempre la ha tenido, pero... está en manos del pueblo cambiar todo eso.
Claro que una cosa es dar consejos y la otra ponerse en la situación de las personas que lo reciben.
Bicos

Anònim dimecres, 14 de desembre, 2011  

Desconocía la historia. A mí también me da pena la mala suerte que han tenido los rusos siempre...no sé donde leí que nos gustaban los rusos porque con todas las diferencias eran como nosotros; una especie de latinos del norte.

Es verdad lo que dices, haylas y están por todas partes y son de todo tipo, cualquier cosa para que nos callemos o para (expresión que siempre me ha puesto los pelos de punta) que estemos entretenidos, cualquier cosa antes de ver la calle, la plaza llena de gente peleando por lo suyo.

Un abrazo, Ramón

MAMÉ VALDÉS dimecres, 14 de desembre, 2011  

Nunca había vistos estas imágenes, fue muy penoso lo del submarino, recuerdo que hubo países que quisieron prestar su ayuda pero Rusia no lo consintió, que duro para las victimas y para sus familiares.

Lo de Rusia creo que no tiene arreglo por ahora, la loza del régimen comunista les pesa demasiado, un saludo.

ARO dimecres, 14 de desembre, 2011  

Yo creo que no es que nos vayan a inyectar un tranquilizante, sino que ya estamos inyectados, nuestra sociedad está en estado de sedación.

RGAlmazán dimecres, 14 de desembre, 2011  

Sin ser mortal, sin perseguir un fin tan rápido, hay muchas formas de hacernos callar y desde luego, el poder las utiliza muy bien. Y cae en ellas la mayoría de la ciudadanía. Tienen muchos resortes y medios de comunicación para hacernos llegar la píldora y la traguemos.
¡Hay que resistir! Pero,¿podremos? Ojalá.

Salud y República

◊ dissident ◊ dimecres, 14 de desembre, 2011  

¡Yo soy "enfermera" pero no soy rusa ni estoy infiltrada! ¡Lo jurooooooooooooooooooooooo!

Buenísimo tu artículo, Ramon.

mariajesusparadela dimecres, 14 de desembre, 2011  

Aquí no hace falta (nunca hizo falta) la enfermera: nos inyectan fúbol en vena...

Isabel Martínez Barquero dimecres, 14 de desembre, 2011  

Exceptuando a Gorbachov, que me caía bien el hombre, no resisto esos dirigentes beodos y dictatoriales. Mucha juerguecita la de Yeltsin, mucha mirada clara y mucho cierre de chaqueta medido los de Putin, pero... se les ve el plumero.

¡Digo que si hay enfermeras! Por todas las esquinas las veo, al otro lado del teléfono, en la cola del supermercado... Menos mal que sé que no nos callarán: somos demasiados y estamos hasta las narices, y, cuando se tocan tanto las narices del pueblo, por cada uno que callen, tres hablan.

emejota dimecres, 14 de desembre, 2011  

Por mi pueblo muchas tiendas han añadido "Se habla ruso" junto al Deutch y al English, el francés se da por hecho.
Gracias por tan interesante noticia. El vídeo lo veré tranquilamente y aprovecho para mandarte otro. Seguro que te va a gustar.: http://vimeo.com/18387774
Peto.

Alfonso Saborido dijous, 15 de desembre, 2011  

Me gustó el post. ¡Lo que fue la Unión Soviética en la carrera espacial!!
¡Lo que fueron Tchaikovsky o Prokofiev! La cultura rusa, sus novelas...
En fin. A lo que vamos.
Yo conozco a una de esas enfermeras rusas en España y se parece a Paco Clavel. Pero mejor me callo para no incendiarte el blog :P

Txema dijous, 15 de desembre, 2011  

En este país llevamos tantos años narcotizados que ya ni se recuerda cuándo fue la última vez que la ciudadanía tuvo conciencia de serlo.

saludos

Pilar Abalorios dijous, 15 de desembre, 2011  

Haylas, y no es preciso que nos duerman, siemplemente nos callan entreteniéndonos con cualquier baratija.

Buena entrada, pobres rusos, les toca otra dosis de lo mismo.

genetticca dijous, 15 de desembre, 2011  

lommMientra miremos las desgracias de otros paises, nos despistamos de las aberraciones que ocurren en el nuestro. Porque no creas, lo de aqui es moco de pava, todo se hace tras el telón y lo peor, muchisimas personas son conscientes de ello, pero como les va bien, pues se callan.
Aquí los narcóticos se compran en las farmacias, legalizados por la seguridad social.
Y digo yo, que haces tú? que hacemos los que escribimos aparte de comunicar?
Pues nada, solo intentar concienciar a otros, que a su vez, tampoco hacen nada.
Pero eso si, siempre nos quedará el optimismo para ver las cosas con la esperanza de que otros las arreglaran.

Un saludos

Josep dijous, 15 de desembre, 2011  

Pues claro que no es una broma!Aquella enfermera fue tan eficaz que consiguió con aquella sola dosis adormecer a todo el pais para muchos años. El otro dia en un periodico decia que tan sólo el nueve por ciento de los encuestados creen que la democracia y los derechos humanos son un problema de primer orden en la Rusia actual.
Pero bueno Ramon, creo que aquí no nos hacen falta enfermeras. Un dia vino una bruja y nos dio una manzana, y como no disponemos de un principe de verdad....

Una abraçada.

Miguel Baquero dijous, 15 de desembre, 2011  

No sabía esta historia de la enfermera, pero al verla la verdad es que uno no puede dejar de acordarse de los métodos que tantas veces hemos leído de la KGB... Imagino que en todos los sitios hay enfermeras así y se usan estos métodos, pero esa frialdad de la mujer, esa decisión mecánico con que lo hace... joder, asusta.

Yo creo que, como todos los países, Rusia arrastra su pasado y lo seguirá arrastrando durante mucho tiempo, igual que nosotros llevamos a cuestas nuestros problemas y nuestros fantasmas a la espera siempre de que se esfumen de una vez...

JOAQUIN DOLDAN dijous, 15 de desembre, 2011  

pues estos día yo estuve tb dandole vueltas a eso...entre Putin e Ivan ...

W.B. dijous, 15 de desembre, 2011  

¡Ojalá sea restaurada y perfeccionada la URSS que tantos millones de personas añoran! No comparto la visión tan tenebrosa que del modelo soviético tiene Eastriver.

En cuanto a Putin, cabe destacar que ha pedido una investigación, al margen de la corrupta y ultracapitalista prensa occidental, de lo ocurrido en las pasadas elecciones legislativas. Eso es mucho más de lo que haría el Gobierno español, experto en pasar por alto algún pucherazo electoral, más o menos evidente, en los últimos años de nuestra "democracia". Me acuerdo ahora, por ejemplo, de Iniciativa Internacionalista en relación con el Parlamento Europeo.


Me alegra que el PCFR haya ascendido tras los recientes comicios rusos. La Duma con ello va a ganar mucho.


Mil besitos.

Lluís Bosch dijous, 15 de desembre, 2011  

Los rostros y las formas que pueden tomar las enfermeras rusas son una buena imagen para un cuento de terror contemporáneo.
Está claro que Rusia tiene mala suerte: los zares se distinguieron por una crueldad increíble hacia su pueblo, quién al final les devolvió la misma crueldad. Luego vinieron las atrocidades del totalitarismo (aunque nos joda reconocerlo).Pero a contunuación hay algo escabroso y tétrico. La mafia elevada a los sillones de diputado (ríete de Berlusconi)... y luego esas enfermeras.

José Vte. dijous, 15 de desembre, 2011  

Supongo que la eterna melancolía de un casi siempre pesimista pueblo ruso no es debido tanto a los frios inviernos, también es debido a la gentuza de dirigentes que han tenido a traves de los siglos.

Esa imagen de la enfermera inyuectando a la apenada mujer es patética y vergonzante.

Un abrazo

Óscar Pardo de la Salud. divendres, 16 de desembre, 2011  

Ramón me ha encantado tu post, que bien describes la triste realidad de lo que ocurre en la antigua URSS, me parece un grave problema la situación en la que se encuentra, incluso para la paz mundial.
Espero que los países no se vuelvan locos como pasó a mitad del siglo XX.
En fin un gran post, como siempre todo un placer pasear por tu blog.
Un saludo.

Isabel divendres, 16 de desembre, 2011  

¿En los pueblos y ciudades sólo?

¿Y el patio de la política?

Ese es el que primero muestra los pinchazos. Y para muestra lo que refieres que es extensible.

Mis mejores deseos.

Un abrazo.

Ciberculturalia divendres, 16 de desembre, 2011  

Tremendo lo que cuentas y así las imágenes señalan de las técnicas de "las enfermeras rusas". Estoy totalmente convencida que viendo hacia donde ha derivado, hacia la corrupción, hacia la insolidaridad, hacia la profunda desigualdad... muchos ciudadanos rusos estarán añorando su etapa comunista. De ahí el gran ascenso del partido comunista.
Muchas veces, y ahora con mucha frecuencia, me pregunto cómo sería, antes del desmoronamiento de la URSS, aquella sociedad tan denostada por occidente y de la que tenemos información tan sólo a través de esas miradas occidentales. Convencida de que lo que viven ahora no es ni mucho menos mejor que la etapa anterior. Creo todo lo contrario quizás, creo que la desigualdad y la corrupción actual ha dejado en pañales la tan denostada por occidente "época comunista".
Veremos revisar los conceptos políticos de lo "bueno y lo malo", si no al tiempo...

Besos

Mariluz GH divendres, 16 de desembre, 2011  

Recuerdo el vergonzoso 'incidente' de la enfermera (y todos los de esos dictadores borrachos y sanguinarios).

A nosotros nos narcotizaban con corridas de toros en la TV franquista y ahora con los realitys basura... así que estoy de acuerdo contigo, tengamos cuidado que también tenemos nuestras propias 'enfermeras'.

Dos abrazos para ti

nocheinfinita divendres, 16 de desembre, 2011  

La verdad es que Rusia lleva una gran losa a su espalda y no da con un gobernante honesto.
No había visto esas imágenes ni conocía de esas enfermeras rusas ¡qué tremendo¡ No me digas que por aquí también las hay, que yo soy muy protestona:)

Un beso

Montserrat Sala dissabte, 17 de desembre, 2011  

Una radiografía auténtica del moment delicat que esta vivint Rusia.
M'agradat molt aquest anàlisi, que en fas, i que jo hi èstic completament d'acord. El que no había vist,son les fotos tan colpidores de les infermeres.
Una abrçada, Ramón

Tot Barcelona dissabte, 17 de desembre, 2011  

Y con el permiso de ustedes, creo que Gorbachov lo hizo todo mal...empezando por la propaganda del Burguer King con su nieta ¡¡¡

Desclasado dissabte, 17 de desembre, 2011  

Es bueno lo que planteas... Hay muchas, muchas enfermeras rusas, aunque se vistan de otra cosa, merodeando por nuestras vidas.

Encarni diumenge, 18 de desembre, 2011  

A mí me preocupa las personas que pagan a esas enfermeras, la gente que hay detrás. Porque en el mundo de la política (por poner un ejemplo) además de enfermeras rusas, existe un servicio de fontanería para que corran las cañerías y no se atasquen de porquería, que hay, y mucha.

Un abrazo.

yraya diumenge, 18 de desembre, 2011  

Glup, estaré al tanto por si me encuentro con alguna de ellas...
Saludos

juan antonio dilluns, 19 de desembre, 2011  

Hola Eastriver:
Esta forma de represión y de enmudecer, es muy típica de esos lares, pero ocurre en todas partes del mundo, solo cambian las formas.
Felices fiestas.

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