Para todos los amigos que aún no lo sepan he abandonado este blog y he abierto otro. Ahora me encuentro en Accés a Maians, lugar en el cual voy colgando las nuevas entradas y donde me gustaría encontraros a todos.

dimarts, 8 de febrer del 2011

VERBOS

Me detengo. Miro a mi alrededor. Observo.

Vivo los coletazos de la llamada revolución de los jazmines, ahora transportada a Egipto. Hoy no he mirado todavía las noticias, no he leído nada, así de largos son algunos de mis días.

Observo, pero recuerdo. Recuerdo la reciente conversión en neomarqueses de dos personajes que me son indiferentes: un entrenador-marqués, un escritor-facha-marqués. Y comprendo por qué la monarquía me resulta tan lejana (y tan indiferente).

Espero. Espero al viernes, que Marsé publica su nueva novela. Y recuerdo, mientras espero, la frase suya que leí el sábado en Babelia.

Me sorprendo. Por mil cosas pero básicamente por las decisiones del lehendakari López. Por cierto, a ver si ahora con el nuevo partido, está a la altura. O si, como me temo, continuará jugando al juego del Partido Popular, gracias al cual come.

Y finalmente me enfado. Con millones de cosas, que enfadarse significa estar vivo. Pero, concretando, con los sindicatos y sus cosas que no puedo entender. Porque me siento comúnmente vendido, o exageradamente arrastrado.

Y recomiendo, por fin. Dos artículos de Txema, a propósito de los sindicatos.

(Esto no es un poema vanguardista pésimo. Es sencillamente una invitación a leer mi entrada que he colgado en el blog Grito de Lobos. Si la leéis, entenderéis)

Copia del artículo publicado en Grito de Lobos:

Nadie duda de la densidad de todo cuanto vivimos. No pretendo convertir esto en un diario, ni siquiera en un apunte de urgencia, pero se me permitirá que reseñe algunos de los aspectos que informativamente me/nos ocupan. Está la revolución de los jazmines que se ha extendido a Egipto, por ejemplo. Desde fuera pareciera un movimiento libertador que apoyo sin ninguna duda. Pero sirve también para darnos cuenta de lo mal que se hacen las cosas: Europa y USA defendieron durante años a los gobiernos dictatoriales de estos países porque suponían un freno al islamismo radical. Obviamente el islamismo radical me gusta tan poco como a ellos, pero ¿la mejor forma de combatirlo era apoyar esas dictaduras o dictablandas? Creo que está claro que no.

Ha sido también muy divertido observar el papel ridículo de Europa: aquí nadie habló hasta que lo hizo Obama. Luego sí, cuando tienen el permiso del jefe, todos nos llenamos la boca y decimos las cosas más altas y más claras que nadie. Pero primero tiene que hablar el jefe.

Hemos tenido en estos días también una nota graciosa, como un chiste inofensivo: la ascensión al marquesado de un entrenador de fútbol y de un escritor estupendo, aunque facha. Es como de broma, no me digáis. Yo me alegro porque con estas cosas ridículas y tontas lo monárquico se parece cada vez más a una opereta mala.

De lo mejor de estas semanas: la inminente publicación de una nueva novela de mi querido y admirado Juan Marsé: Caligrafía de los sueños. Y vuelve a lo que nos gusta de él: las aventis y el barrio de la Salud, la posguerra, los sueños convertidos en alucinaciones colectivas. Regresa al retrato genial de los personajes y a la creación de un clima gamberro y al límite. En una entrevista del sábado en Babelia reivindicaba Marsé la ficción. En ella, leí una afirmación poderosa: "A veces hay más verdad en la ficción literaria que en la realidad cotidiana. Por ejemplo, a menudo leo cosas en la prensa que no me las acabo de creer. Lo diré de otro modo: para mí, Madame Bovary es más real que doña Esperanza Aguirre". Genial la frase. Estoy de acuerdo con Marsé. De hecho, yo creo que Esperanza Aguirre ni siquiera existe.

No todo está siendo tan meridianamente claro. Tenemos, por ejemplo, al lehendakari López que es uno de esos socialistas que me desaniman y me dan mal rollo. Lo de pactar con el PP tiene delito, pero más si cabe su particular defensa del euskera, lengua que teóricamente debería ocuparle sin ambages. Ha propuesto para que forme parte del consejo asesor de la lengua vasca al impresentable y chaquetero Jon Juaristi, amigo íntimo de la susodicha Esperanza, y que tiene en su haber frases tan inmortales como "Nunca volveré a hablar vuestro ingrato euskera", "para mí es un idioma del pasado" o "si desapareciese pues, tendría un disgusto, pero tampoco muy grande". Bien lo va a defender, por lo que se ve. Bueno, una vez más los socialistas facilitándole las cosas al PP y haciendo que el bloque independentista crezca. Son unos ases.

Y lo último que deseo glosar tiene que ver con cierta polémica que está de actualidad estos días en BCN. El sindicato UGT cedió por normativa un solar que tenía en la Villa Olímpica de Barcelona para la construcción de pisos protegidos, esos pisos que luego se entregan por sorteo. Ha querido la suerte que dos de esos pisos hayan ido a parar a dos directivos del sindicato, y un tercero a la hermana del secretario general. El asunto, titulado en algún medio como Chanchullo en la UGT, no hace más que confirmarnos en el desánimo que nos invade. Para quien le interese, estas son algunas páginas que hablan detalladamente del asunto: 1, 2 y 3.

Siempre he aplaudido a quienes contribuyen, con enorme coherencia, a hacernos la vida mejor. Jamás caeré en la denigración sistemática del político o sindicalista. Hay muchos buenos. Pero esto no está reñido con mi enfado con algunos sindicatos y con la denuncia necesaria de ciertas actitudes. También en Barcelona existe una pugna entre varios sindicatos que se pelean por un metro más o un metro menos, y otros sindicatos que exigen a las arcas del estado instalaciones modernas y a todo confort. Supongo que lo sabía y que es lógico, pero recordar el otro día que las instalaciones de los sindicatos las paga el Estado me dio mal rollo: no es la mejor forma de hacerlo, no es la más limpia. El tema de la financiación de los sindicatos, del que tan poco se habla, deberá ponerse algún día sobre la mesa. O cada día los trabajadores harán menos caso de sus indicaciones.

Txema, en su blog, tiene un par de entradas que cuando las leí este fin de semana pensé que complementaban parte de lo que he querido decir yo aquí. Las enlazo porque él me dio su permiso (ésta y ésta). Su visión crítica pero constructiva me parece ese justo medio que todos necesitamos, en ese tema y en otros. Sea como fuere, feliz semana.

10 comentaris:

Isabel Gil Jiménez dimarts, 08 de febrer, 2011  

Verbo ingenieso que expresa la espera de acontecimientos y el recuerdo de otros.
Un saludo

El Drac dimarts, 08 de febrer, 2011  

¿Y por qué no colgaste el post de tu otro blog aquí para que lo leyésemos? La verdad no entiendo mucho; pero me voy a tu otro blog...

Ana dimarts, 08 de febrer, 2011  

no sabes como te entiendo, me voy al enlace.

besitos

Isabel Martínez Barquero dimarts, 08 de febrer, 2011  

Meditaciones en voz alta.
Yo no es que me sienta vendida, sino que me siento estafada.
Petons y que la literatura, al menos, nos salve en estos tiempos grises.

felicitat dimarts, 08 de febrer, 2011  

Me ha gustado mucho leer en Grito de lobos lo que expones. Admiro este humor tuyo. Y puestos a verborrear le digo a Esperanza que no sabe bailar el cha cha cha!jajajaja... es que ni para eso, chico! Besos.

J. G. dimecres, 09 de febrer, 2011  

fabuloso, otro blog incluso, esta tarde lo veo

Miguel Baquero dimecres, 09 de febrer, 2011  

Indignarse a veces es un ejercicio muy divertido

Dilaida dijous, 10 de febrer, 2011  

Estupenda entrada Ramón, la lei el día que la sacaste, pero no tuve tiempo de comentar y después se me olvidó.
Bicos

m.eugènia creus-piqué dijous, 10 de febrer, 2011  

Pues me ha encantado lo que has escrito, ahora voy a ir a Grito a continuar leyéndote.Una abraçada estimat amic.

José Vte. dijous, 10 de febrer, 2011  

Gracias por recordar la entrada de Grito de lobos, no la había leido y es muy interesante.

Saludos

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