Para todos los amigos que aún no lo sepan he abandonado este blog y he abierto otro. Ahora me encuentro en Accés a Maians, lugar en el cual voy colgando las nuevas entradas y donde me gustaría encontraros a todos.

dimecres, 24 de novembre del 2010

MONTSERRAT

Me gustan las montañas, el campo, el monte, seguramente más que el mar. Y también es cierto que en ocasiones, en algunos lugares determinados, soy capaz de sentir la energía que brota de la tierra. Será por mi natural influenciable, no diré que no, pero lo cierto es que creo que puedo captar la energía de algunos lugares y de algunas personas.

He sentido esa energía especial, esa energía ctónica y telúrica, en muchos y diversos lugares. Muchas veces al lado del mar, es verdad (pienso ahora en Cadaqués y muchísimos lugares de nuestro Mediterráneo). Otras en lo alto de algunas montañas (en Delfos, este verano pasado). En algunas ciudades, en amplios territorios (Galicia, por ejemplo) o rincones no muy grandes. Son sensaciones, probablemente mediatizadas.

Hay un lugar muy telúrico en Catalunya: la montaña de Montserrat. Quien la haya visitado sabrá aproximadamente de qué hablo. No sé si es por ello o por una simple cuestión estética, pero me siento muy cercano a ella. Sé que es una montaña emblemática del catalanismo y creo que puedo decir que mi interés no tiene que ver con motivos políticos. Aunque me interesa la política, no todo en mi vida gira en torno a ella. Cuando me refiero a la naturaleza no olvido nunca que el planeta es el mismo para todos.
Ir a Montserrat equivale a subir al Monasterio, que está en lo alto de la montaña. Una vez allí uno puede optar por lo religioso o por el contacto con la naturaleza, además de disfrutar de las vistas. Este verano fuimos a Montserrat. En tren hasta Monistrol, y luego tomamos el funicular que trepa hasta los pies del Monasterio, encaramándose por la montaña. Una vez allí subimos, en un cremallera de vértigo, a la parte más alta, por encima incluso del Monasterio. Las vistas son espectaculares.
De Montserrat me gustan efectivamente las vistas; las caprichosas formas de los picos redondeados. También la espiritualidad de la gente, que no siempre está relacionada con la religiosidad o el clericalismo (un poco lo que ocurre con el Camino).

Este verano pasado observé algo nuevo. Una especie de tradición de última hornada. En la puerta del Monasterio, en un patio, las personas se colocan en la parte central y levantan los brazos hacia lo alto. Quienes hacían este extraño ritual eran extranjeros (ante la mirada estupefacta de los catalanes de a pie). ¿Dónde y cómo se ha iniciado esta tradición tan reciente? ¿Se debe a algún autor inspirado de guía de viajes que se la inventó? ¿Lo hizo una día alguien por casualidad y ha acabado convirtiéndose en una moda? Era como una coreografía perfectamente ensayada que todos conocían. Llegaban, algunos se descalzaban, miraban hacia el cielo, y levantaban los brazos. ¿Desde cuándo...? Da igual: me apropié del ritual. Si es cierto que algunos lugares pueden cargarnos de energía, no vamos a desaprovecharla los autóctonos. La poesía del entorno hizo el resto.

51 comentaris:

Anònim dimecres, 24 de novembre, 2010  

Ramón...es que las montañas de Montserrat son especiales...
No sé cual es la razón de levantar los brazos,pero viendo la grandiosidad del entorno es, desde luego, un gesto adecuado para intentar tocar el cielo con las manos...

MAMÉ VALDÉS dimecres, 24 de novembre, 2010  

Espero conocer algún día tu tierra, y por los "Ritos" no te preocupes de ritos están llenos los caminos, un saludo desde el SUR DEL SUR...

Jesús Garrido dimecres, 24 de novembre, 2010  

Lo que más me gustaba era bajar del teleférico o vehículo y seguir a pie hacia arriba. Grandioso lugar.

nocheinfinita dimecres, 24 de novembre, 2010  

En todas mis visitas a Barcelona nunca estuve en la montaña de Montserrat, la próxima vez he de visitarla.
En cambio Cadaqués, que bonitos recuerdos....

Es cierto que en algunos lugares, es como si la naturaleza te envolviera, la luz, la mágia...

Buenas fotografías.

Un beso

noche

Hada Isol ♥ dimecres, 24 de novembre, 2010  

Pues ahora se que el el día en que visite Monserrat levantaré los brazos para llenarme de su energía! Sentimos lo mismo con respecto a la naturaleza,me gusta vivirla,llenarme de ella,y vibrar con el lugar,me mimetizo con el y me lleno de una energía tan hermosa que me dura toda la semana hasta que vuelvo a visitar la naturaleza,el día en que visite Catalunya(que es uno de mis grandes sueños,ver esa tierra tan generosa,y vivir de cerca esa cultura tan rica! ) quiero sacar fotos y fotos de todo absolutamente todo!Ese día recordaré tu post y el de tantos amigos catalanes y buscaré cada uno de los rincones que me han mostrado! un abrazo!

Mercedes Thepinkant dimecres, 24 de novembre, 2010  

No conocía esa nueva tradición. Para mí, la basílica no es precisamente el lugar más impresionante, incluso me causa agobio a veces. Puede que sea la construcción tan fría, con los mármoles, las estatuas, las velas y tantísima gente, no se. Yo suelo ir cada año a Montserrat y antes o después de la subida al punto más alto, Sant Jeroni, bajo a la cueva donde encontraron a la virgen. Allí hay un patio diminuto. Después de la capilla construída en la mismísima roca, hay una sala con todas las ofrendas de los creyentes, más allá, una pequeña puerta da a ese pequeño patio que siempre está tranquilo ya que no suele entrar nadie. Creo que no saben que existe. Meditar ahí es una experiencia única que me recarga y me conecta con la montaña y sus fuerzas telúricas.
Estoy deseando que llegue la primavera para volver.
Un beso

Alfonso Saborido dijous, 25 de novembre, 2010  

El paisaje es imponente desde luego. Ya sabes que no conozco Catalunya. Y cuando vaya, será visita imprescindible.

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Anna, sí que son especiales, y sí que parece a veces que uno pueda tocar el cielo con las manos... De alguna manera es eso lo que se consigue.

Mamé, serás bienvenido... y tráete tus ritos, que ya ves que aquí los adaptamos deprisa, jeje. Un abrazo hacia el sur del sur del sur...

Jesús, bienvenido. Compartimos afectos por ese efectivamente grandioso lugar...

Noche, la próxima vez acércate a Montserrat, estoy seguro de que te gustará, independientemente de la cuestión religiosa... Un abrazo.

Hada, amiga, yo levanté las manos... exactamente igual que si me estuvieran apuntando con una pistola para robarme, jejeje. Hazlo cuando vayas, no te arrepentirás.

Mercedes, lo que me gusta de Montserrat es el entorno, no específicamente el Monasterio... Lo que me gusta, me apasiona es ese entorno. Este verano pasado subí por primera vez a Sant Jeroni, una experiencia maravillosa. Y otras veces he ido a la Santa Cova... he llevado a la capilla, al sitio de los exvotos que dices, pero... creo que no sabía que más allá había un patio tranquilo!!!! Me has dejado de piedra. Tendré que volver pronto para descubrirlo. Igual te encuentro allí, meditando... me pondré a tu lado sin decir nada y meditaré también un rato. Una abraçada molt forta.

Dilaida dijous, 25 de novembre, 2010  

Ramón tienes razón hay lugares muy, muy especiales, yo nunca he estado en Montserrat pero si he leído que es un lugar muy especial. El rito de levantar los brazos es muy curioso. Imagínate que el primero que lo hizo fue porque le picaban los sobacos y como la mayoría nos movemos por imitación, ahora se convirtió en tradición.
Bicos

Antonio dijous, 25 de novembre, 2010  

Ramón, a mí Montserrat siempre me impresionó. He subido bastantes veces y su magia y su enigma tienen un imán especial que atrae.
En 1969 fui caminando desde Vallvidrera a Montserrat, salimos a las 5 de la tarde y llegamos allí a las 7 de la mañana, eso sí paramos para cenar y hacer algunos descansos, pero no para dormir.
Hace mucho tiempo, pero recuerdo un funicular que subía a un pico con una ermita o algo así… posiblemente fuera Pico de San Jerónimo o parecido. No recuerdo bien. Me trae excelentes recuerdos esta entrada tuya.
En febrero, que estaré en Tarragona con unos amigos, me escaparé para llevarlos a visitar Montserrat, pues ellos no lo conocen.
Un abrazo

José Vte. dijous, 25 de novembre, 2010  

Mi mujer y yo fuimos una vez, subimos por el telesférico, realmente son impresionantes, es un espectáculo magnífico.
Seguramente volveremos a ir en otra ocasión, mis hijas lo están deseando.
Por cierto, muchas gracias por el comentario en La Sabiduría de Sancho, fue todo un detalle.

Un abrazo

El alegre "opinador" dijous, 25 de novembre, 2010  

No sé si tendrán energía o no, pero las montañas de Monstserrat son muy hermosas.

emejota dijous, 25 de novembre, 2010  

Sí sabes como te entiendo. Una que necesita vivir con las montañas de frente. Cuando vi Montserrat me quedé extasiada, no llegué a pisarlo por la premura de tiempo, pero "me llamaba". Está claro Ramón, será lo que sea, pero ocurre. Seguramente sean lugares impregnados de una energía relacionada con la nuestra. Al margen de los recuerdos de infancia, que no tienen nada que ver. Petons.

RGAlmazán dijous, 25 de novembre, 2010  

Ramón, después de leer esta entrada no puedo por menos que preparar --eso sí, en primavera-- una visita a Montserrat que no conozco. Así es que, como ves, me has convencido.
Y sí, el mar es el mar, pero la montaña también tiene magia.

Salud y República

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Dilaida, lo del sobaco es muy imaginativo. También pensé que su origen pudiera ser algo parecido... jeeje. Un abrazo.

Antonio, me acuerdo de una foto de tu mujer en Montserrat en el vídeo sobre la inmigración andaluza, ¿no es cierto? Un abrazo.

Jose Vte., no sabía que conocías Catalunya. A ver si podemos conocernos un día... Un abrazo.

Opinador, tienen energía, y tienen ovnis, pero esto ya lo contaré otro día, jeje. Un abrazo.

Emejota, sabía de tu fascinación por la montaña. Lo que no se me había ocurrido es que la fascinación que nos ejercen sea porque su energía tiene que ver con la nuestra. Quizá es verdad, quizá por eso nos atraen. Un abrazo.

Rafa, me alegro de haber despertado ese interés. No es algo original, para nada, más bien es algo muy común, pero creo que vale la pena. Un gran abrazo.

m.eugènia creus-piqué dijous, 25 de novembre, 2010  

Bon día Ramón.
He visitado Montserrat infinidad de veces y es cierto, tiene algo especial, una amiga mía quiso casarse allín y recuerdo de pequeña que mi padre me llevaba alguna vez de excursión con la moto, tambien era clásico en estas subidas a la montaña, parar en un pueblo que no recuerdo como se llama a desayunar seques amb butifarra, a mi padre le encantaban.Montserrat es mágica y eso que cuentas de alzr los brazos al cielo me ha gustado, no se si volveré a ir,pero si voy me plantaré en medio para hacer lo mismo.Un petonet.

Ciberculturalia dijous, 25 de novembre, 2010  

Maravillosa Monserrat. Te has convertido en el mejor guía y asesor viajero de la zona.
Un beso

Unknown dijous, 25 de novembre, 2010  

Tienes razón, a mi el Monasterio ni me gusta ni me disgusta lo encuentro como tantos otros (excepto si canta la Escolanía) y me da rabia el negocio que los curas tienen montado pero coger el cremallera y subir a Sant Jeroni es para mi como un rito. La vista es impresionante y cuando sales al mirador y sientes el viento en la cara parece que puedas volar.
En Lleida sentí una sensación semejante cuando subí a la Seo en un bar: la Sibila desde donde se ve toda la plana. Hay algo allí que no se sabe bien que es pero que "carga las pilas" vitales.
Si no has estado allí te lo recomiendo la próxima vez.

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Geni, sí, carguémonos las pilas, sin dudarlo ni un segundo. Yo no sé si sirve o si no, pero lo hice. Tampoco sé si noté algo o no noté nada, pero lo hice. Y bueno, yo creo que la próxima vez me descalzaré y todo, como hacían los más puristas.

Ciber, guía pobre en conocimientos soy. Ni siquiera busqué cuestiones geológicas que hubieran resultado interesantes. Me interesó más describir las emociones, las sensaciones. Un beso.

Antònia, el negocio de los curas me molesta siempre, ya lo sabes. A Sant Jeroni subí este verano por primera vez y es cierto que es impresionante. Lo que no he entendido es lo de la Seo, el bar... ¿dónde? ¿En la Seu Vella de Lleida? ¿En el bar la Sibila de La Seu d'Urgell? Es que me ha quedado confuso y la verdad es que no quiero perdérmelo, pues tanto a Lleida como a la Seu voy a menudo. Un petó.

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Antònia, ¿te refieres a esto que acabo de encontrar?

http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Profeticas/copas/vistas/Seu/elpepiespcat/20080831elpcat_4/Tes

Unknown dijous, 25 de novembre, 2010  

Sí, exacto. Es un lugar increíble. A dalt de tot del turó de la Seu Vella sota l'ombra de la vella catedral i als peus tota la plana.
Trobo a faltar els vells i salvatges xops de la riba esquerra del Segre, sacrificats per la canalització però ja se sap que no es pot tenir tot.
Enyoro la tremolor d'aquelles fulles verd-plata que creixien lliures a ran d'aigua.
Si baixes a Lleida espero que m'avisis i hi pujarem plegats.
Una abraçada.

Jose Lorente dijous, 25 de novembre, 2010  

Yo opto por el contacto con la naturaleza y, en Montserrat, ésta se expresa magníficamente.

Yo casi preferiría tumbarme boca abajo en el suelo a sentir los latidos de la tierra. Lo de levantar los brazos hacia el cielo parece como impregnado de misticismo.

Un abrazo.

Anònim dijous, 25 de novembre, 2010  

¡Ay la naturaleza, Ramon! Ese contacto que a los urbanistas nos hace tanta falta. Creo que lo de los brazos tiene que ver con dejar fluir la energía, pero estoy con Jesús, que si te tiras directamente a la tierra, abres los brazos y las piernas el recargue es total. Es como lo de abrazar a los árboles o estirarte simplemente sobre el mar en calma.
Buff, me han entrado unas ganas de irme del asfalto...

Petons!

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Antònia, et prenc la paraula... Petons.

Jose, para mí la naturaleza también es esencial. Esa necesidad es enormemente burguesa, o urbanita como prefiere Ata, pero es cierto. Y además, qué menos. Todo el día rodeados de humo, coches, grisura, altura artificial, ruido, humos y agobios, cómo no necesitar la huida al campo. Lo descubrieron los románticos, pero los antiguos romanos ya lo sabían. Un abrazo.

Ata, lo mismo te digo. ¿Has subido a la muntanya pelada? O sea, el turó de la Rovira, de marseanas resonancias... Ya sé que no es lo mismo, ni de bon tros, però es lo que nos cae más cerca. Seguramente no tiene el pedigree ni las vistas montserratinas pero es interesante de descubrir también. Una abraçada.

Errata y errata dijous, 25 de novembre, 2010  

Qué preciosa entrada Ramón. A mi suele ocurrirme pero con el mar de sentir esa fuerza incomensurable, inexplicable. Esa armonía con la naturaleza que te convierte en unidad, no sé...puede que suene muy místico...pero en esos momentos siento que todo está conectado. Un beso,

José Vte. dijous, 25 de novembre, 2010  

Ramón, si que he estado muchas veces en Barcelona (y en Tarragona), cuando tenía vida laboral tuve que hacer muchos cursos de preparación y aprendizaje de los monitores de diálisis, y la inmensa mayoría de las empresas que importan estas máqui
nas están ubicadas en Barcelona.

Igual vamos este verano algún fin de semana.

Un abrazo

alma dijous, 25 de novembre, 2010  

Siempre quise ir a Montserrat y yo, que soy bastante escéptica con respecto a casi todo si que creo en eso de lo que hablas, la magia y la energía especial de algunos lugares. Me gusta el rito de levantar los brazos.

Un beso

◊ dissident ◊ dijous, 25 de novembre, 2010  

Muchos recuerdos me trae Montserrat sw cuando yo era un adolescente "activista" y subía a la "flama de la llengua...", y cuando estuve en una de las celdas sobre el "claustro de Julio II"...

Eran otros tiempos.

Salut!

Isabel Martínez Barquero dijous, 25 de novembre, 2010  

Sí que he sentido muchas veces esas energías telúricas, por ejemplo en Delfos, lo mismo que tú.
Y Montserrat rabio por subir a conocerla, que es mi gran asignatura pendiente en Barcelona, así que otro motivo más para ir para allá cuando se pueda-
Seguro que sí, que invade la magnitud y el cuerpo se esponja por dentro.
Besicos, querido Ramón.

Darío dijous, 25 de novembre, 2010  

Alucinante, simplemente alucinante. Y claro que sí, los lugares están llenos de energías. Creo que hay que saber captarlas. Un gran abrazo.

Isabel dijous, 25 de novembre, 2010  

En los años que viví en Barcelona, visité Montserrat más creo que muchos catalanes y comparto lo que dices. No hace falta ser creyente para sentirlo.

mariajesusparadela dijous, 25 de novembre, 2010  

Hay lugares m´gicos, no tengo ninguna duda.
Pero ese ritual de levantar así los brazos puede hacerse porque no teneis que subir la montaña a pie.

Montserrat Sala dijous, 25 de novembre, 2010  

Se m'ha fet estrany que una persona no crient que a més a més no li agraden els capellans ni res que si assembli, ara diguis que Montserrat, et carregue les piles, et fa sentir un no se qué, que només sents en escasíssims llocs. M'en alegro, de veritat, però es el que menys m'esperaba de tú. La Seu Vella de Lleida, es un altre edifci emblemàtic de la religió Católica. Perque ho sápiguis i no et confonguis.
Una abraçada Ramón,i ja m'ho explicarás.....

Montserrat Sala dijous, 25 de novembre, 2010  

Per cert Ramón, els dos ùltims comentaris no m'els has contestat.
Ho trobo a faltar, Saps?
gracies maco!

Thiago dijous, 25 de novembre, 2010  

Bueno, como es natural la utilización política del monasterio y de la montaña es posterior a su creación. Y evidentemente si allí hay una basílica o monasterio es casi seguro pq allí ya existiría algún tipo de templo pagano, y se respira ese magnetismo que tienen todos esos sitios. En madrid se siente en El Escorial y en Torrelodones, por ejemplo.

En Galicia también se sient en Santa Tecla y en el Monte Pindo y en ambos había algún tipo de espiritualidad arcaica. Yo ese magnetismo lo noto en los acantilados, junto a l mar bravo.

Lo que no se si le veo la gracia es al nuevo ritual, la verdad. A los extranjeros (así en general, ya sé que es una indefiniciónm, pero bueno) les gustan mucho todas estas chorradas de rituales y esas cosas, como por ejemplo la última de tirarse de las habitaciones de los hotels a las piscinas en Mallorca... ¡ya van no sé cuántos fallecidos!. Esas cosas de colgar candaditos ahora en todas partes y cosas así... Supongo que todo obedece al antiguo y típico rito de adorar al sol, digo eu, vamos, jajaaj

Bezos

Ana dijous, 25 de novembre, 2010  

me dan vertigo las alturas,pero por lo que leo aquí parece que Monserrat merece la pena, asignatura pendiente.

Un besito y gracias por tus comentarios en mi blog.

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Maia, yo también he sentido eso que dices en ocasiones... No sé si místico sería la palabra, pero estas cosas existen. Un abrazo.

José Vte. , no sabía que habías estado tantas veces en Barcelona. Montserrat cae a unos cincuenta quilómetros y es muy cómodo ir. En tren hasta la base (en los Ferricarrils de la Generalitat) y de allí el funicular te sube. Un abrazo.

Alma, la magia y la energía no tienen que ver con la Iglesia, aunque sí con las creencias y la espiritualidad. Un beso.

Dissortat, lo del claustro no sé a qué te refieres, lo de la flama de la llengua sí... ¿No es por Sant Joan? ¿No es la que empieza en el sur de Francia y recorre los PPCC? Saludos, que no te imaginaba yo en esas tesituras...

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

Isabel, no sabía que te apetecía subir a Montserrat. Te gustará, no me cabe duda. Un beso.

Curiyú, compartimos esa creencia, la de que los lugares desprenden energía. Y la gente, hijo... y alguna energía no muy limpia. Aunque de todo hay, afortunadamente. Un abrazo, y gracias por la energía que traes, que esa sí que es buena...

Isabel, qué gran verdad... muchas veces los autóctonos visitamos menos los lugares que llenan los turistas. No deja de ser normal, pero lamentable a la vez. Yo trato de evitar eso, en la medida de mis posibilidades. Un saludo.

Eastriver dijous, 25 de novembre, 2010  

María Jesús, es cierto, jeje, si subiésemos andando no creo que nadie tuviera energía para levantar los brazos. Un beso hacia tu lugar mágico.

Montserrat, no t'extranyis, dona... Ja saps que no soporto els capellans ni la doctrina de l'església. Respecto a la gent que li agrada, però a mi no, per molt motius. Però això no vol dir ni que no cregui en res ni que no em fascinin les esglésies. Quan viatjo sempre visito les esglesies, perquè em fascina l'arquitectura i la història de l'art. I alhora crec molt en l'energia i en la espiritualitat, no sóc pas un descregut. Però jo sempre dic que una cosa és Déu, i l'altre les religions, que no em convencen cap ni una. Ah, i això de no contestar els comentaris dels amics va com va... tot depèn de la feina, jajaja. Petons, Montserrat, que ja saps que penso que tens un nom molt maco...

Thiago, me he reído con lo que dices de los rituales de los guiris... y creo que tienes más razón que un santo. Claro, tú eres gallego... no se me escapa que por tanto debes saber mucho de lugares mágicos... Kiss.

Ana, vale la pena sufrir un poco de vertigo, que yo también tengo. Vale la pena una vez arriba porque las vistas son espectaculares, la magia muy intensa y además es totalmente seguro. Un abrazo.

NINA divendres, 26 de novembre, 2010  

Me encantó esa foto en donde se ven las casas con las montañas de fondo.
Qué lindo hacer turimo contigo!

◊ dissident ◊ divendres, 26 de novembre, 2010  

Esatriver, es que yo soy como una caja de sorpresas (anónima) un poco loca ¿serà por mi TOC?

Papa Julio II (della Rovere) fue abad de Montserrat a finales del siglo XV e hizo construir un pequeño claustro del que se conservan un par de arcos (o eso dicen) conforme entras a la izquierda.

Saludos

SOMMER divendres, 26 de novembre, 2010  

Nunca he estado allí, pero a tenor de los comentarios y de tu post, me lo apunto para ir más pronto que tarde.
Abrazos

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI divendres, 26 de novembre, 2010  

A mi, ese gesto en Montserrat me sugiere . ¡esto es un atraco!

Montserrat es el templo de donde Jesus expulsó a los mercaderes.

¿Las montañas? hermosas, es verdad, mágicas. Y la biblioteca, que he visitado, un joyero en donde reposan auténticas joyas. No saben ni lo que tienen allí. Entre otras cosas, uno de los archivos más completo de la Guerra Civil y la II República

¡Salud!

Fackel divendres, 26 de novembre, 2010  

Es curioso lo que cuents. Pero sensaciones análogas las he percibido en lugares desconocidos por la tradición, el turismo o la peregrinación. No es difícil hallar motivos, es decir, espacios, para sentir un vínculo especial con nuestra Tierra Madre. Yo tengo los míos, pero no los revelo, jaj.

Un abrazo telúrico.

NINA dissabte, 27 de novembre, 2010  

jejejejje...
ya sabré yo cuando Sommer diga: "Donde he estado?".
juajuajua!

Maripaz dissabte, 27 de novembre, 2010  

Ramón, me ha encantado esta entrada...Montserrat para mi guarda gratos recuerdos. He pasado meses del verano en una masia desde donde podia ver la montaña desde mi cuarto. Me pasa como a ti, soy mas de montañas. Cuando la observaba desde la ventana o el jardin, muchas veces me llenaba de energia tambien. Un dia me inspiré tanto que hice un poema...quizá algun dia me atreva a ponerlo en mi blog.
Es más, recuerdo haber subido a pié hasta el monasterio, bordeando la montaña y quedando extasiada con el paisaje que se veia desde allí.Recuerdo que casi al final del trayecto, subimos unas escaleras muy peculiares en aquella zona.
Cataluña para mi es una región muy querida, sus paisajes, sus gentes, su música, siempre me llevan a un lugar dode fuí muy feliz.
Mil gracias por hacerme recordar una epóca de mi vida.

yraya dissabte, 27 de novembre, 2010  

Si te digo que llevo viviendo en Catalunya 34 años y todavía no he estado en Montserrat, tengo que ponerme e ir, pero me molesta ver todo tan lleno de gente, cuándo es la mejor época para ir?
Saluditos

Eastriver dissabte, 27 de novembre, 2010  

Nina, un abrazo... El mérito no es de la foto, es de las formas caprichosas del monte. Un beso.

Dissortat, Mr.Caja de Sorpresas, en cualquier caso las sorpresas no son malas para nada, al contrario. Luchar por la cultura y por la pervivencia de una lengua es muy noble. Me apunto a todo ello... estoy apuntado desde hace tiempo.

Sommer, sea usted bienvenido... a ti que te gusta tanto viajar, ha de gustarte este entorno...

MJ, jjajajaja, sí es un poco atraco... ¿Cómo lograste visitar la biblioteca? ¿Tienes algún pariente fraile? Un abrazo.

Fackel, pues estaría muy bien que los revelaras, no digo aquí sino en tu blog. No es tanto tus lugares preferidos, como tus lugares mágicos. Yo creo que es independiente de la belleza... es más bien algo relacionado con una especie de comunión interior.

Maripaz, cuando yo digo que también tú eres una caja de sorpresas, te aseguro que no miento. ¿Dónde parabas? Seguro que de la manera que eres, con esas ganas de comerte el mundo a sabrosos bocados, supiste exprimir toda magia e integrarla en ti.

Yraya, pues eso no puede ser, aunque es tan razonable... Yo, fascinado por Girona, no la conocía hasta los treinta y tantos... Lo que tenemos cerca a veces se nos resiste. Un abrazo.

Javier. M. V. diumenge, 28 de novembre, 2010  

Las fotos que acompañan al post son tan interesantes como el texto mismo. Ma ha impresionado la construción al pie de inmensa montaña.

Un gran abrazo.

Stalker diumenge, 28 de novembre, 2010  

Me ha parecido un rito precioso. Hay que recuperar ese con-tacto, restaurar el vínculo, encontrar amparo en la tierra (ya que el cielo nos rechaza y el mundo de los hombres es cada día más opaco).

Respirar, reconocerse ahí.

Lo practicaré la próxima vez que vaya a Montserrat,

un abrazo

Júlia dissabte, 03 de setembre, 2011  

Hacía tiempo que no iba a Montserrat y también me ha sorprendido este ritual que parece que va en aumento, tengo curiosidad por saber el origen, si lo has averiguado ya nos los contarás, incluso se hacía cola para fotografiarse.

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